El “Mayo del 68”, cincuenta años después

Se cumplen hoy cincuenta años del comienzo en París de lo que se llamó “la revolución de mayo del 68”. La entrada de la Policía en la Universidad de la Sorbona, ocupada por miles de estudiantes, fue el punto de partida de una revuelta que se extendió por toda Europa con la pretensión de impugnar la tradición y cambiar las estructuras sociales. Aquellas jornadas de fiesta y violencia han sido analizadas desde diversos puntos de vista por intelectuales y políticos que no se ponen de acuerdo en su interpretación, pero todos coinciden en que ha marcado profundamente la historia y la cultura occidentales.

Aunque la revuelta del mayo parisino acabó en una sonora derrota política, su huella profunda ha alimentado desde la ideología de género a la ingeniería social de los llamados “nuevos derechos”. Es necesario explorar las paradojas de aquel movimiento, que ha terminado por favorecer el individualismo, el consumismo y la “corrección política”, en lugar de conseguir una sociedad más cohesionada y con mayores espacios de libertad real.

En todo caso, Mayo del 68 supuso una sacudida para una sociedad que había logrado un bienestar material y un progreso técnico sin precedentes, pero que no mostró la misma capacidad para comunicar a las nuevas generaciones el núcleo vivo de su tradición espiritual y cultural. Este desafío se plantea hoy de nuevo, ante el surgimiento de los populismos y el creciente escepticismo de los europeos, a los cincuenta años de aquellos acontecimientos.