'Línea Editorial'
Un relato mentiroso y destructivo
Uno de los euskobarómetros recientes mostraba que los vascos atribuyen más peso en el final de la violencia de ETA a su evolución interna que a los movimientos cívicos o a la actuación policial.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Los abogados de la defensa de los ochos jóvenes que están siendo juzgados en la Audiencia Nacional por la agresión a dos guardias civiles y a sus parejas en Alsasua sostienen que sus defendidos no tenían motivaciones políticas. La versión de los hechos que ofrecen es inverosímil.
Ya veremos por qué delitos son condenados. En cualquier caso, la agresión es una muestra de la penetración que ha tenido en amplios sectores de la sociedad vasca y navarra el relato que ha hecho la izquierda abertzale. El entorno de la todavía no disuelta banda terrorista ha difundido con bastante éxito la mentira de que sus acciones eran el resultado de una ocupación del País Vasco que se había iniciado en las guerras carlistas. Según esta falsa e hiriente historia, ETA habría actuado en legítima defensa. Y seguirían vigentes las razones para seguir oponiéndose a una ocupación encarnada en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Esta intoxicación ideológica circula entre muchos jóvenes y no tan jóvenes vascos. Uno de los euskobarómetros recientes mostraba que los vascos atribuyen más peso en el final de la violencia de ETA a su evolución interna que a los movimientos cívicos o a la actuación policial. Parece estar cerca el anuncio de la disolución de ETA pero lo que no se diluye es su relato mentiroso y destructivo.