Madrid - Publicado el - Actualizado
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El próximo domingo se celebra la solemnidad del Corpus Christi, pero hoy jueves se festeja ya en diversas ciudades españolas, especialmente en Toledo, Sevilla y Granada. La Eucaristía es el centro de la vida cristiana, y como ha dicho hoy el Arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, en ella se pone de manifiesto que Dios no es el gran desconocido, una especie de fuerza caprichosa que solo podemos vislumbrar vagamente. Por el contrario, Dios está cerca, Dios se ha hecho carne en Jesucristo, y se ha hecho pan para sostener nuestro camino humano.
En algunas localidades, las calles por donde discurre la procesión con el Santísimo están tapizadas con flores primorosamente dispuestas por los fieles. Y es que el Corpus es la fiesta que expresa en nuestras calles y plazas la alegría por la cercanía inaudita de Dios, una cercanía que es también Palabra y Luz para nuestras preguntas humanas. Por el contrario, como ha dicho también el Arzobispo de Toledo, cuando se desliga al hombre de Dios se termina por desligar de la ética muchas parcelas del quehacer humano: ciencia, comunicaciones sociales, economía, política.
En un momento de preocupación por nuestra convivencia social y de incertidumbre ante los conflictos que afligen a tantos pueblos de la tierra, esta fiesta arroja luz y siembra esperanza en la ciudad común. Nos mueve al perdón y a la solidaridad, nos llama a acoger al diferente, nos recuerda que existe una Luz que supera cualquier oscuridad.