"Pedro, un presidente a la fuga: huye del Rey, del Papa, del Parlamento, de la realidad"

San Jorge fue un soldado romano del siglo III, nacido en Capadocia, que fue martirizado por su fe cristiana. A San Jorge se le representa venciendo a un dragón. Y en ese dragón cada cual puede ver el adversario que quiera. La OTAN, por ejemplo, ve a Putin. Pero Putin también se ve a sí mismo como un San Jorge que debe matar su dragón particular, que es la democracia europea.

Alberto Núñez Feijóo considera naturalmente que su dragón es Pedro Sánchez. ¿Y cuál será el dragón de Pedro? Porque no es exactamente Feijóo. A Pedro solo le da miedo una cosa: perder el poder. El dragón de Pedro es la alternancia democrática. Y por tanto evita obsesivamente cualquier cosa que exhiba su debilidad. Por eso evita acudir hoy a Alcalá de Henares a la ceremonia de entrega del Premio Cervantes, donde ya lo abuchearon el año pasado. Es algo que le pasa hace tiempo cada vez que pisa la calle, y es la consecuencia de una estrategia de división que cumple ya siete años.

Un presidente a la fuga… mientras pueda. Porque toda escapada tiene su final"

Jorge Bustos

Copresentador de 'Mediodía COPE'

Tampoco quiere venir a Roma al funeral del Papa este sábado. Y mira que le gusta coger el avión, eh. Y mira que se deshizo ayer en elogios interesados al Papa Francisco. Y mira que han confirmado su presencia mandatarios tan dispares como Donald Trump, Javier Milei, el laborista Starmer, Zelenski, Von der Leyen o Macron. Pero como vienen los Reyes, don Felipe y doña Letizia, pues él prefiere no venir. No se me ocurren dos paradigmas morales más opuestos que Felipe VI y Pedro Sánchez. Claro, un presidente que llegó a serlo y que se mantiene en el poder exclusivamente gracias a los golpistas del 1 de octubre no puede aspirar a tener una relación demasiado cómplice con el autor del discurso del 3 de octubre. Pero desde Paiporta algo se ha roto definitivamente entre Moncloa y Zarzuela. Y yo lo entiendo: aquel día vimos a un Rey y a una Reina que mantenían el tipo y compartían el dolor y comprendían la rabia de las víctimas de la dana; y aquel día vimos también a un cobarde que huía. Toda España vio al galgo de Paiporta salir corriendo. Pero el galgo no se culpa a sí mismo de su cobardía sino al fantasma de una extrema derecha que nunca existió y a la Casa Real por empeñarse en estar presente junto al dolor del pueblo valenciano. Cada vez que la gente ve juntos al Rey y al presidente del Gobierno, la gente los compara, y recuerda, y claro, no hay color. Y eso Pedro lo sabe: por eso prefiere no coincidir jamás con Don Felipe, si le es posible.

Pero Pedro tiene que enfrentarse ahora a otro dragón: el aumento del gasto militar. Ayer nos enseñó un cubilete y nos aseguró que debajo tiene 10.500 millones de euros. Que los tiene aunque no pueda aprobar presupuestos, aunque sus socios no le apoyen, aunque se niegue a pactar con el PP. Y promete que va a reunir ese dinero sin pasar por el Parlamento, porque perdería la votación; sin tocar el gasto social, porque sus socios le abandonarían; sin aumentar la deuda y el déficit, para no desafiar más a Bruselas; y sin subirnos los impuestos, porque el contribuyente ya no puede más. ¿Cómo va a hacer Pedro el milagro de la multiplicación del gasto militar? ¿Cambiando de nombre a partidas de gasto ordinario confiando que la OTAN sea tonta y no se dé cuenta? Nadie lo sabe.

De Pedro solo sabemos una sola cosa: que es un hombre que huye hacia delante. Huye del Rey, del Papa, del Parlamento, de la realidad. Un presidente a la fuga… mientras pueda. Porque toda escapada tiene su final".