Madrid - Publicado el - Actualizado
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El periódico francés La Croix entrevistó el pasado 9 de mayo al Papa Francisco en su residencia de Santa Marta. Francisco y los periodistas que le entrevistaron hablaron de migraciones y refugiados, de las raíces cristianas de Europa, del Sínodo y de la invitación que el Presidente Hollande ha presentado al Papa para que visite Francia. Y, cómo no, Francisco ha hablado con La Croix sobre “laicidad”.Francisco responde con claridad: “Un Estado debe ser laico, Los Estados confesionales terminan mal”. Y añade: “Yo creo que una laicidad acompañada de una sólida ley de libertad religiosa ofrece un marco para avanzar”. Las religiones no son una subcultura. Esta visión, heredera del siglo de Las Luces, sigue viva en Francia, apunta el Papa. Haría falta un paso adelante: aceptar que la apertura a la trascendencia es un derecho de todos.Los Estados deben respetar las conciencias. Esta máxima, que el Papa recuerda en la entrevista, apunta al deber que los Estados tienen de reconocer y garantizar el derecho a la objeción de conciencia y la libertad de crítica. La Iglesia reconoce y defiende la autonomía de las realidades temporales y la distinción de planos entre la esfera política y el ámbito de la fe. Esto implica también reconocer los derechos de ciudadanía de los católicos para pronunciarse libremente. Hablar como católicos es apoyarse en un sólido pensamiento que, como ha recordado el Papa, “Francia ha desarrollado de manera realmente notable”.