Un teniente de la UME reparte regalos en Catarroja, una mujer le coge del brazo y lo que le dijo aún lo persigue: "Estaba llorando"
Expósito entrevista desde el parking más grande de la localidad valenciana al teniente Muñoz, dedicado a labores de rescate de vehículos y búsqueda de desaparecidos
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Expósito ha encendido La Linterna este viernes, más de 70 días después de la DANA, desde la primera planta del parking más grande de Catarroja, un parking municipal en el que siguen sacando coches dos meses y pico después, completamente anegados, aplazados por el barro. Allí le acompañaba el teniente Muñoz, del cuarto batallón de la UME (Unidad Militar de Emergencias) con base en Zaragoza, y que lleva en el municipio valenciano desde el 1 de diciembre.
Explica el teniente en COPE que actualmente se encuentran realizando trabajos de retirada de vehículos con el apoyo de una empresa civil. “La empresa civil se encarga de subirlos desde la planta -2 hasta la planta -1 y, una vez de la planta -1, nosotros los sacamos hasta la calle y las empresas civiles, junto con apoyo de vehículos del Ejército y de la UME, los llevamos a las campas autorizadas para la retirada de vehículos”.
El miembro de la UME ha pasado las vacaciones en la localidad, devastada por la riada. “Son fechas complicadas, porque siempre uno quiere pasar las navidades con la familia, pero aquí la pasamos con la otra familia que tenemos, en mi caso la UME”, asegura en La Linterna. Así, con el apoyo de los compañeros y de la profesionalidad de todas las personas que forman parte de la unidad, y viendo lo útil que es el trabajo en la zona, asegura que se “siente reconfortado y sigue adelante con todo”.
Los mayores problemas para la UME
Explica el oficial de la Unidad Militar de Emergencias que ha habido problemas en los edificios de Catarroja por las bajantes de fecales que estaban rotas. “Antes de poder trabajar hemos tenido que arreglarlas con apoyo del ayuntamiento”, comenta en La Linterna.
Así, una vez arregladas, ya pudieron comenzare con los trabajos, que realizaron con el apoyo del GIETMA (Grupo de Intervención en Emergencias Tecnológicas y Medioambientales), que es la unidad encargada para el tema de los gases, “por si hubiera algún gas peligroso”, apunta el teniente. “Una vez ellos nos dan el visto bueno, pues seguimos trabajando”.
La mujer de Catarroja
Para los militares destinados a la localidad valenciana el día de la Cabalgata fue especial, y es que participaron en el reparto de regalos como asistentes de sus majestades los Reyes Magos. “Fue un momento bastante bonito, a nivel personal y a nivel profesional”, reconoce el oficial Muñoz. Desde los ayuntamientos les pidieron que participaran en las cabalgatas y todo el personal voluntario salió, tanto de la UME como de los ejércitos, una vez acabadas las actividades del día a día.
“Fuimos con vehículos y estuvimos repartiendo juguetes, repartiendo chuches a los niños y bueno, ver la cara de felicidad y de ilusión de los niños en un día tan importante como el día de Reyes, pues al final es bonito de vivir y muy emocionante”, admite el teniente.
Pero, dentro de la cabalgata, un momento que le marcó para siempre y que aún le persigue. “En mi caso tuve una anécdota bastante bonita con una señora que me cogió el brazo y me abrazó y estaba llorando a la mujer”, desvela a Expósito. Recuerda que esta le dijo que “muchas gracias por la ayuda en la búsqueda de los desaparecidos, que en su caso su madre estuvo desaparecida y la pudimos encontrar”.
Una señora que me cogió el brazo y me abrazó y estaba llorando a la mujer, de dio las gracias"
Miembro de la Unidad Militar de Emergencias
En ese momento, el director de La Linterna hacía la pregunta más difícil: “¿Y la encontró el UME?” “Así es”, responde. “¿El cadáver?” “Sí”.
Buscando más desparecidos
Y es que aún quedan tres desaparecidos por localizar, y los agentes continúan con esos trabajos de búsqueda. "Hoy en día hay entre 400 y 500 militares en el Barranco del Poyo, siguiendo con la búsqueda de desaparecidos", explica el oficial de la UME.
Así, si hay algo con lo que se quedaría de estas semanas, asegura, sería "el trabajo de mis compañeros en todos los garajes, en los baldeos y también el momento de la cabalgata también fue un momento emocionante de vivir". Es un trabajo, confiesa, que cuando salió de la academia no pensaba que iba a realizar: "ha sido una oportunidad que he tenido de formar parte de la UME y la verdad que no me arrepiento en ningún momento".