No hay democracia sin información
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Madrid - Publicado el - Actualizado
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Tras el resultado electoral de los caucus de Iowa, Trump comienza las primarias con fuerza para convertirse en el candidato republicano en las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos. Durante los tres años de presidencia de Biden, el presidente demócrata no ha conseguido superar la intensa fractura y polarización del país. La fractura divide a las costas del interior, y sobre todo a los liberales y a los conservadores.
Hay otra fractura más silenciosa, pero decisiva en estas elecciones. La fractura entre los que mantienen una conexión razonable con la realidad y los que están determinados por las fake news. Todavía hay un amplio porcentaje de votantes republicanos que piensa que Trump ganó las elecciones de 2020. En las elecciones legislativas del año pasado 345 candidatos republicanos sostuvieron que hubo fraude. Uno de cada cinco estadounidenses y uno de cada cuatro votantes del partido republicano creen en la teoría conspirativa de Qanon que asegura que el mundo es gobernado por una camarilla de pedófilos adoradores de Satán que están conspirando en contra de Trump y que, al mismo tiempo, se mueven en una red global de tráfico sexual de menores. Un sistema democrático se basa en el acceso de la opinión pública a una información veraz que forma criterio. Si una parte considerable de la población toma sus decisiones basándose en un sistema cerrado de fake news en el que no entra ni una brizna de realidad, la democracia tiene un serio problema.