Madrid - Publicado el - Actualizado
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El Senado de la República de Brasil ha resuelto a favor de la apertura de un juicio político contra la Presidenta Dilma Rousseff. Por esta razón ha sido suspendida por un período de seis meses y se ha disuelto el Gobierno. Rousseff ha sido acusada de usar préstamos de bancos públicos para financiar el déficit presupuestario y pagar los programas sociales de su Gobierno antes de su reelección. De fondo están también los asuntos de Petrobras y los escándalos de corrupción ligados a esta petrolera estatal.Todo comenzó el pasado mes de diciembre cuando el Presidente de la Cámara de Diputados acusó a la Presidenta. En pura lógica parlamentaria se trata de un proceso de acusación durante el que habrá que estudiar a fondo las pruebas. No se trata de un golpe de estado, como ha dicho Rousseff, sino de una resolución de la Cámara de Representantes que tiene que ver con la transparencia y la responsabilidad de los cargos electos.Lula da Silva y Dilma Rousseff tiene mucho de mito político. Razón de más para que no caigan en la tentación del victimismo y den la cara dejando a las instituciones que hagan su trabajo. Durante este tiempo podrán defenderse, y esperemos que al final la democracia brasileña salga fortalecida. En todo caso el periodo que se abre está plagado de incertidumbres, lo que reclama la máxima cordura y responsabilidad de los partidos y de todas las instituciones del Estado.