06/08/2020
Línea Editorial: Beirut, la dramática realidad más allá de las imágenes
Las sobrecogedoras imágenes del devastado Beirut son, tan solo, la huella dejada por las explosiones del pasado martes
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Las sobrecogedoras imágenes del devastado Beirut son, tan solo, la huella dejada por las explosiones del pasado martes y que han provocado ya más de 135 muertos y cinco mil heridos, además de decenas de desaparecidos. Para situarse en la realidad que vive ahora la capital libanesa, hay que imaginar lo que supone para los supervivientes la destrucción de hospitales, iglesias, viviendas, comercios, edificios públicos y privados, con más de trescientas mil personas que deambulan sin destino al haber quedado sin hogar. Y todo ello en medio de una situación de bancarrota económica y financiera, acentuada por la pandemia del Covid-19, que ha convertido al Líbano en un Estado fallido justo cuando se conmemora el centenario de su fundación bajo mandato francés, tras la I Guerra Mundial que cambió la faz del Cercano Oriente.
El patriarca maronita de Antioquia y de todo Oriente, Bechara Butros Rai, describe este sombrío panorama en un llamamiento dirigido a los países de todo el mundo para que ayuden al Líbano a levantarse así como a la reconstrucción de su devastada capital, conocida como “la novia de Oriente y el faro de Occidente”. “La destrucción y la desolación se abate sobre todas las calles, barrios y viviendas”, clama el patriarca que subraya otra realidad en la que no se ha reparado hasta ahora: el estado de pobreza y miseria en que vive el pueblo libanés desde hace tiempo ante la impotencia de sus gobernantes. Añade el prelado que la Iglesia, que ha tenido que organizar una red de rescate en todo el país, se encuentra desbordada para cumplir un compromiso humanitario que no puede asumir por sí sola. La crisis económica y social que se abate sobre buena parte del mundo, no deben servir de pretexto para ignorar este angustioso llamamiento a la solidaridad internacional. Las propias imágenes de Beirut dejan mudas todas las palabras