La misión de los laicos

«Laicos, testigos de la misericordia» es el lema con el que la Iglesia en España celebra hoy el Día de la Acción Católica y el Apostolado Seglar, coincidiendo con Pentecostés. Los obispos ponen el foco en un tema central del pontificado de Francisco, que conecta a la perfección con la misión específica de laico en medio del mundo. Ese darse al otro por medio de las obras de misericordia tiene la capacidad de transformar el corazón de la persona y generar profundos cambios en la sociedad. De ahí que el Papa haya pedido a toda la Iglesia un acompañamiento adecuado para facilitar este tipo de presencia, advirtiendo frente al riesgo de un tipo de clericalismo que lleva a pensar que «el laico comprometido» es solo «aquel que trabaja en las obras de la Iglesia». No menos importante, dice Francisco, es la labor de quienes se comprometen cristianamente en su familia, a través del ejercicio de su profesión o mediante la participación en la vida pública. Desde hace un siglo, la Iglesia tiene un instrumento privilegiado para esa misión en la Acción Católica, institución inmersa en un proceso de actualización y relanzamiento. También han surgido numerosos movimientos y asociaciones laicales, fruto de la creatividad del Espíritu, en un tiempo en el que, como insiste el Papa, la Iglesia debe hacer un esfuerzo especial para salir al encuentro de las personas y anunciarles el Evangelio con palabras y con obras.