La obligación de equilibrar las cuentas

Tanto la Unión Europea como los organismos económicos  internacionales han reiterado la necesidad de que España emprenda nuevas y más profundas reformas, destinadas a equilibrar las cuentas públicas. El déficit ha aumentado por encima de los cálculos del Gobierno y nos arriesgamos a sufrir, incluso, una multa por parte de Bruselas. Tanto se ha hablado y discutido sobre los “recortes”, que se ha llegado a creer que el Gobierno de Rajoy ha impuesto una “economía de hierro” merecedora de un amplio reproche social. Un dato a tener en cuenta es que los pensionistas han mantenido e incluso mejorado su nivel de vida, mientras el gasto corriente se ha mantenido al mismo nivel que en hace seis años. La “austeridad” ha sido mucho menos severa de lo que ha pretendido toda la oposición en sus campañas electorales. El gobierno griego de Syriza se ha visto obligada a subir de nuevo los impuestos y a rebajar las pensiones. Conviene tener presente la distancia entre la realidad de nuestro país con los números en la mano y ciertas imágenes demagógicas. Con este panorama, no hay lugar para fantasías populistas, pensadas solo para atraer los votos de los más incautos. Se quiera o no, después de las elecciones del 26-J, será necesario negociar un programa sensato que equilibre ingresos y gastos, incluido el pago de la deuda pendiente, para cumplir con la obligación de solidaridad, tanto nacional como europea.