Vencer la batalla contra el paro

La reforma laboral francesa, inspirada en parte en la española, se está convirtiendo en una batalla política y social para la segunda economía de la zona euro. En esa batalla, Francia se juega gran parte de su futuro, ya que el inmovilismo actual está conduciendo al país a perder la batalla contra el paro. No se trata de recortar derechos sino de crear nuevas oportunidades en un mundo cambiante.La oposición de un grupo de diputados socialistas, comunistas, ecologistas, ha obligado al Primer Ministro Valls a utilizar un artículo de la Constitución que le permite aprobar una ley sin el trámite de la votación parlamentaria. Una medida extraordinaria que indica la necesidad que tiene Francia de llevar a cabo una reforma laboral que ataje el diez por ciento de paro y active la economía, teniendo en cuenta que en la vecina Alemania el paro se mantiene en un cuatro por ciento.La apariencia dicta que un gobierno socialista hace así política de derechas. En realidad se trata de un mensaje de realismo, por ejemplo para los socialistas españoles, que se empeñan en levantar la bandera electoral del fin de la reforma del mercado de trabajo de Rajoy, sin explicar las consecuencias que eso tendría en términos de pérdida de empleos. Un gobierno responsable debe asumir los compromisos contraídos aunque la protesta callejera, alentada por fantasmas e inercias ideológicas, aumente la intensidad del vocerío.