Así funcionan los Puntos de Encuentro Familiar de Madrid
En cada uno de estos tres centros trabajan no sólo asistentes sociales sino también abogados y psicólogos
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El Ayuntamiento de Madrid va a dar continuidad a los tres Puntos de Encuentro Familiar que actualmente existen en la capital para dar servicio a los 21 distritos. Que se rompa una familia siempre es un momento delicado y, si hay niños de por medio, la gestión puede ser aún más complicada. Es en estas ocasiones cuando entran en juego estos centros que, a lo largo de 2019, atendieron a 543 familias, 1.143 adultos y 719 menores.
María José Moreno de Pablos es la directora del Punto de Encuentro Familiar número 2, que atiende los distritos de Centro, Arganzuela, Latina, Carabanchel, Usera y Villaverde. En declaraciones a COPE, destaca que la importancia que tienen hoy en día estos lugares no es sólo por el espacio físico que brindan sino, sobre todo, por la intervención que desempeñan entre padres e hijos.
“Nosotros ofrecemos una intervención psicosocial y familiar planificada y adaptada a las circunstancias de cada familia. Se establecen unos objetivos a trabajar con ellos pero siempre dentro de un marco que viene ya establecido o bien por un juzgado o bien por una instancia administrativa que ha considerado oportuno que haya una relación entre los familiares y los menores”, explica esta experta.
Por eso, estos puntos de encuentro no sólo permiten la entrega y recogida de los menores en el caso de que haya conflicto entre los padres sino que también sirven de marco de reunión para que los hijos se vean un rato con sus progenitores, si así lo ha establecido un juez. Por eso, en cada uno de estos tres centros trabajan no sólo asistentes sociales sino también abogados y psicólogos.
Aunque se trata de un servicio totalmente gratuito, sólo se puede acceder a él por derivación judicial o administrativa. El objetivo es que la intervención de estos puntos tenga un carácter temporal y las familias aprendan a limar sus asperezas y a gestionar lo mejor posible su nueva realidad. Llevan funcionando 17 años y para que sigan siendo una realidad hasta 2021, el Consistorio madrileño ha destinado una inversión de 2,28 millones de euros.