Indignación en Paseo Imperial por la concesión de una nueva licencia a una cocina fantasma

En un prinicpio, el ayuntamiento le denegó la licencia pero tras "subsanarse los errores", ha obtenido luz verde. Los vecinos denuncian obras "ilegales".

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Luis Manuel Rafael

Publicado el - Actualizado

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Llevan meses peleando para que la cocina fantasma situada en el número 6 del Paseo Imperial cierre. Ahora, no solo no se la cierran sino que ademas les abren otra a escasos 20 metros, en el número 8 que, en un principio, fue denegada por el ayuntamiento por incumplir la normativa.

Los vecinos de esta zona del distrito de Arganzuela se preguntan: "cómo algo que no era legal hace unos meses, lo es ahora". Según el ayuntamiento, la empresa que quiere abrir estas cocinas en el Paseo Imperial ha subsanado los errores que impedían esa licencia.

Es decir, han hecho obras para adecuar el edificio a la normativa, unas obras, denuncian vecinos como Esther, ilegales y sin licencia. "¿Cómo es posible que tengan los papeles en regla con un expediente sancionador? Y aún más importante, ¿cómo es posible que hayan realizado unas obras de este calibre con una mera declaración responsable, siendo una actividad industrial?", se pregunta indignada.

Y pone como ejemplo las tuberías instaladas en el garaje de su comunidad, sin permiso alguno de los vecinos. "En el garaje donde yo aparco, de repente, ha salido un tubo en el techo que les quita altura. Y lo han hecho en un sitio que no es suyo y sin pedirle permiso a nadie, poniendo en peligro la estructura del edificio", cuenta. De hecho, ya han demandado a la empresa.

En cualquier caso, la cocina fantasma de Paseo Imperial 8 tiene licencia, con lo cual podría empezar a funcionar en las próximas semanas. La moratoria sobre cocinas fantasma aprobada por el consistorio el pasado verano no les afecta porque la zona está calificada como de uso de industrial. "No hay actividad industrial real. Nos están tratando como si fuéramos un polígono industrial y estamos en plena almedra central de Madrid", reclama.

Laura, otra de las vecinas, explica cómo sufren ya la actividad de la cocina abierta en el número 6. "Tenemos olores, ruido de los motores continuos, que aunque cierren las ventanas esta ahi, porque tienen un horario continuado. Y ya por no hablar de los residuos que generan", dice, y no quiere imaginar como será la situacion con otra cocina más abierta con doce fogones. "Ya huele a churraco en el patio. En el verano, con las ventanas abiertas, a ver cómo lo hacemos", se queja.

Su mayor preocupación es que con esta decisión, y dado que la moratoria no se les aplica, lleguen más y más cocinas. "En el edificio puede haber capacidad para más de 60 fogones, cuenta Esther. "De momento, hay doce abiertos pero como esto siga asi..".

Y es que aseguran, "no tienen nada contra las cocinas fantasmas, pero sí contra su ubicación, que no puede situarse en un lugar donde viven cientos de vecinos.

Anuncian que seguirán luchando y, aunque el ayuntamiento no les haga caso, van a seguir peleando en los tribunales.