El monumento al 11-M se fijará con anclajes y sin aire para evitar que acabe en el suelo

La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha asegurado que se licitará este año la reforma del monumento a las víctimas del 11-M de Atocha, una remodelación que el gobierno municipal se comprometió a realizar en 2015 debido al mal estado de las instalaciones.

Manuela Carmena ha coincidido en la necesidad de reparar ese monumento en el Pleno de Madrid, donde la concejal de Ciudadanos Sofía Miranda ha denunciado que la infraestructura sigue sin reparar pese a que el gobierno de Ahora Madrid presupuestó las obras tanto en 2016 como en 2017 pero no las acometió.

"Por segundo año consecutivo no ejecutaron ni un solo euro", ha denunciado la edil de Ciudadanos, que ha preguntado a la alcaldesa si es "dignidad" para las víctimas que el monumento esté con la lona caída y con fregonas por el suelo.

"No podemos olvidar nuestra historia reciente y por eso hoy le pedimos explicaciones y plazos", ha dicho Sofía Miranda, que quiere que el Ayuntamiento dé "dignidad" al monumento.

La alcaldesa ha dado la razón a la edil de Ciudadanos en que no es digno para las víctimas que el monumento no esté en condiciones pero ha dicho que hubo un "fallo muy importante" en la construcción y que el Ayuntamiento ha estado trabajando este tiempo para analizar qué materiales se deben utilizar.

Según han añadido a Efe fuentes municipales, el Ayuntamiento de Madrid, Adif y Renfe trabajan de forma coordinada en un nuevo convenio que contemple no solo las tareas de mantenimiento como hasta ahora, sino también la realización de obras de mayor envergadura.

La obra, que ahora tiene serias deficiencias, fue inaugurada en 2007 con motivo del tercer aniversario de los atentados, y su diseño tiene forma de cilindro irregular consistente en dos partes diferenciadas: una cúpula irregular de vidrio y una sala bajo rasante desde donde se pueden leer mensajes de condolencia.

La membrana en la que están inscritas las condolencias a las víctimas se mantiene erguida por un sistema de presurización que ha presentado reiterados fallos.

Por ello, el Ayuntamiento sustituirá la membrana actual por otra que además garantizará una mayor eficiencia energética, minimizando los gastos de mantenimiento que actualmente superan una media de 70.000 euros anuales. El año pasado se realizaron pruebas de envejecimiento de varios materiales.

Las obras, para cuya ejecución se han previsto 350.000 euros en el capítulo de Inversiones Financieramente Sostenibles, serán licitadas por el propio Ayuntamiento y está previsto que se inicien en el último cuatrimestre de 2018.

También habrá obras que afectarán a la vía pública y se reformará el exterior para hacerlo más amable y accesible, y se pagarán al 50 % por el Ayuntamiento y Adif-Renfe.