¿Por qué el avión de Air Canada voló a tan baja altura por Madrid?

El avión averiado de Air Canada que este lunes mantuvo en vilo a todo el país aterrizó finalmente con éxito en el aeropuerto madrileño de Barajas después de permanecer cuatro horas en el aire descargando combustible para perder peso y poder hacer la aproximación a tierra. El avión, un Boeing 767-300 con rumbo a Toronto (Canadá), tuvo problemas en el despegue, lo que provocó que tuviera una rueda, parte del tren de aterrizaje y, al parecer, uno de los motores dañados.

El avión, que estaba cargado de combustible suficiente para cruzar el Atlántico, sobrevoló durante más de cuatro horas una amplia zona entre las provincias de Cuenca y Toledo. Un caza F-18 del Ejército del Aire inspeccionó incluso en vuelo el estado exterior del avión de Air Canada, antes de aterrizar. 

En los primeros minutos en el aire, el avión sobrevoló a una baja altura el centro de Madrid. La aeronave entró en la capital por el noroeste, a la altura del barrio de Mirasierra, y cruzó en diagonal hasta abandonarla por Vallecas. Todo el trayecto lo realizó a menos de un kilómetro de altitud, para posteriormente ascender hasta unos 1.300 metros y permanecer en patrón de espera en el sureste de Madrid. Muchos madrileños subieron a las redes sociales la inusual imagen del avión comercial volando tan cerca de la máxima altura de los edificios.

Pero, ¿por qué el avión volaba a tan baja altura? Una aeronave precisa una mayor potencia de sus motores cerca del suelo que a gran altitud para vencer la resistencia que se opone a su avance. Por tanto, a mayor potencia, mayor consumo. Volando a tan baja altura, el consumo del combustible del avión es mayor. Así lo confirman a COPE distintos expertos en aeronáutica y pilotos de aviones comerciales. 

Entre los 10.500 y los 12.000 metros, la llamada “altitud de crucero”, los aviones se enfrentan a una menor resistencia del aire y pueden viajar más rápido y, por ende, consumir menos combustible. El avión de Air Canadá llegó a volar por Madrid a menos de un kilómetro de altitud. Pero entra dentro de la normalidad: la altura mínima para los vuelos es de 300 metros del punto más elevado situado en un radio de 600 metros.