MEMORIA DEMOCRÁTICA
Arranca el trabajo de exhumación del antifranquista Cipriano Martos en Reus
Los trabajos arqueológicos para la exhumación de los restos del militante antifranquista Cipriano Martos, muerto en 1973 tras ingerir ácido sulfúrico en un interrogatorio bajo tortura, han comenzado este lunes en el cementerio de Reus (Tarragona).
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Los trabajos arqueológicos para la exhumación de los restos del militante antifranquista Cipriano Martos, muerto en 1973 tras ingerir ácido sulfúrico en un interrogatorio bajo tortura, han comenzado este lunes en el cementerio de Reus (Tarragona).
En el inicio de las labores de exhumación, impulsadas por la conselleria de Justicia, Derechos y Memoria de la Generalitat, han estado presentes Antonio Martos, hermano de la víctima, así como activistas de la Red Catalana y Balear de Apoyo a la Querella Argentina contra Crímenes del Franquismo, que ayudaron a denunciar ante los tribunales argentinos, en 2014, un caso que había permanecido silenciado.
La duración de los trabajos de exhumación -adjudicados a Atics, una entidad de gestión de patrimonio arqueológico con experiencia en intervención en fosas- dependerá de las dificultades geológicas o de identificación que puedan encontrar los especialistas sobre el terreno, que se dan un plazo de dos meses y medio para llevar a cabo la misión.
En esta fosa de beneficencia del cementerio de Reus se calcula que hay enterradas un centenar de personas más -no relacionadas con la represión franquista-, por lo que una parte del trabajo previo ha consistido en perimetrar el área de intervención, a partir de las coordenadas de localización apuntadas en el registro oficial cuando Cipriano Martos fue inhumado, en septiembre de 1973.
Si se logra localizar e identificar los restos de la víctima, serán entregados a su familia, para que puedan ser trasladados a su tierra de origen, en Andalucía.
Para Antonio Martos, el hermano mayor de la víctima, llega el momento de averiguar si es verdad que a Cipriano lo enterraron aquí en secreto, sin permitir a la familia ver el cuerpo ni asistir a la inhumación, o si lo quemaron y arrojaron las cenizas al Ebro, como oyó decir hace años, según ha explicado en declaraciones a EFE.
Si consigue recuperar los restos de su hermano, Antonio los llevará al cementerio de Huétor-Tájar (Granada), donde están enterrados sus padres.
DE GRANADA A SABADELL, EN PLENA DICTADURA
Cipriano Martos nació en 1942 en un núcleo rural dentro del municipio de Loja (Granada), en el seno de una familia de campesinos pobres, y emigró en 1969 a Sabadell (Barcelona), donde se politizó y se enroló en las filas del Partido Comunista de España (marxista-leninista), una escisión del PCE que propugnaba intensificar las acciones contra la dictadura y no renunciaba a la lucha armada.
El partido fundó el Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP), un conglomerado de organizaciones tuteladas por el PCE (ml), y Martos fue destinado a una célula clandestina en Reus, donde en agosto de 1973 fue detenido por la Guardia Civil, que lo interrogó durante más de dos días, hasta que la ingesta del ácido sulfúrico obligó a ingresarlo urgentemente en el hospital, donde agonizó durante 21 días, sin que su familia supiera dónde estaba.
Tras fallecer el 17 de septiembre de 1973 en el Hospital de Sant Joan de Reus, las autoridades franquistas enterraron en secreto el cadáver de Martos, sin permitir a la familia presenciar la inhumación -en la fosa número 11, en el sexto piso de la fila 67, lado norte, del cementerio- ni llevarse el cuerpo a su tierra de origen.
El caso de Cipriano Martos fue incluido en 2014, a instancias de Antonio Martos, en la macroquerella presentada ante la justicia argentina por delitos de genocidio y crímenes de lesa humanidad cometidos por el régimen franquista.