Este es el detalle en el que debes fijarte cuando vas a comprar huevos al supermercado y que puede poner en riesgo tu salud
Para elegirlos adecuadamente, es necesario conocer las categorías, el código de cría de las gallinas y algunos otros detalles que pueden marcar la diferencia entre un lote de huevos fresco y uno que es mejor evitar

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Madrid - Publicado el - Actualizado
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El huevo es uno de los alimentos más socorridos que podemos tener en nuestra cocina. Es fácil de cocinar, versátil y también bastante barato frente a otros alimentos ricos en proteínas. Se trata de uno de los alimentos más nutritivos.
No solo hablamos de sus cantidades en proteína, sino también de selenio, vitamina D, ácido fólico, calcio, ácidos grasos saludables, biotina y riboflavina, entre otros muchos nutrientes que son beneficiosos para nuestra salud.
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Todos estos componentes hacen que el huevo tenga múltiples beneficios dentro de nuestro organismo. Sin embargo, al ir al supermercado no solo hay que fijarse en su precio o categoría del envase. De hecho, hay una serie de factores que determinan la calidad, frescura y su seguridad. Por eso, no todos los que podamos encontrar son una buena opción.
Para elegirlos adecuadamente, es necesario conocer, primero, las categorías, el código de cría de las gallinas y algunos otros detalles que pueden marcar la diferencia entre un lote de huevos fresco y uno que es mejor evitar.
¿CÓMO SE CLASIFICAN LOS HUEVOS?
Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), los huevos disponibles en los supermercados españoles se dividen en diferentes categorías según su calidad y tamaño.
POR CALIDAD
- Categoría A: Son los únicos permitidos para la venta al consumidor. Deben tener la cáscara intacta y sin defectos.
- Categoría B: Presentan pequeñas imperfecciones y solo se utilizan en la industria alimentaria, por lo que no se comercializan en tiendas.
POR TAMAÑO
- XL: Más de 73 g.
- L: Entre 63 y 73 g.
- M: Entre 53 y 63 g.
- P: Menos de 53 g.

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El color de la cáscara no influye en la calidad ni en el sabor. En España, los más consumidos son los huevos morenos, procedentes de gallinas de plumaje castaño rojizo, pero esta diferencia es puramente estética y no afecta a sus propiedades nutricionales.
Algunos envases incluyen la etiqueta "Extra" o "Extrafrescos", lo que indica que los huevos han sido puestos en venta en los nueve días siguientes a su puesta, garantizando su frescura.
También hay que fijarse en los números del envase. Cada huevo lleva un código numérico que indica el tipo de cría de la gallina, la procedencia del huevo y la granja de producción. El 0 hace alusión a gallinas ecológicas, el 1 a gallinas camperas, el 2 a gallinas criadas en el suelo y el 3 a gallinas criadas en jaula.
Las dos letras siguientes indican el país de procedencia (por ejemplo, ES para España), mientras que los dígitos posteriores identifican la provincia, municipio y la explotación concreta.
Para elegir huevos de mayor calidad y bienestar animal, los expertos recomiendan optar por los códigos 0 o 1, ya que provienen de gallinas con mayor libertad de movimiento y alimentación natural.

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ENTONCES, ¿QUÉ HUEVOS DEBERÍA EVITAR COMPRAR?
A la hora de seleccionar huevos en el supermercado, hay ciertos aspectos que pueden indicar que un producto no es la mejor elección:
- Huevos con cáscara rota o sucia: Si un huevo tiene grietas, aumenta el riesgo de contaminación bacteriana. También es preferible evitar aquellos con restos de suciedad visibles.
- Fecha de consumo preferente muy próxima: Cuanto más frescos sean, mejor. Es recomendable elegir huevos con una fecha de consumo preferente lejana para garantizar su durabilidad.
- Huevos almacenados en condiciones dudosas: Si en la tienda han sido expuestos a cambios bruscos de temperatura, su frescura podría haberse visto afectada.
Por lo tanto, y a modo de resumen, a la hora de comprar huevos en el supermercado no basta con fijarse en el precio o en la apariencia del envase. Para hacer una buena elección lo mejor es optar por huevos frescos, sin grietas ni suciedad, y con una fecha de consumo preferente lejana.
Si el objetivo es priorizar la calidad y el bienestar animal, los códigos 0 (ecológicos) y 1 (camperos) son la mejor opción. Además, conservarlos adecuadamente en casa es clave para garantizar su seguridad y mantener todas sus propiedades.