¿Engorda más la miga o la corteza del pan? Un investigador del CSIC pone fin al debate sobre qué parte tiene más calorías
Siempre ha existido el eterno debate sobre si la miga engorda más que la corteza. Para ponerle fin, un científico español se ha pronunciado sobre esto
Madrid - Publicado el
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El pan es uno de los alimentos fundamentales de la dieta en España y en gran parte del mundo. Un alimento elaborado a partir de una masa de harina y agua, que puede ser elaborado con los granos de muchos cereales distintos. Un sencillo plato que lleva formando parte de la dieta en gran parte del mundo desde hace milenios, y que tiene un valor gastronómico indiscutible.
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El pan es uno de los alimentos más antiguos de la humanidad. La prueba más antigua de elaboración de pan data de hace 14.000 años y fue encontrada en un yacimiento de la cultura natufiense, que vivió en la zona que hoy ocupan Israel, Palestina, Jordania y Líbano.
El pan formaba parte de la dieta romana, y era la base fundamental de la dieta medieval en gran parte de Europa, por la relativa abundancia de cereales frente a la escasez de otros alimentos, como la fruta, el pescado o la carne.
No obstante, y en comparación con otros alimentos de origen vegetal, el pan tiene una cantidad baja de nutrientes esenciales. Este alimento contiene una cantidad relativamente alta de calorías, especialmente de hidratos de carbono, mientras que sus cantidades de proteínas, grasas, vitaminas, fibra y minerales son relativamente bajas, sobre todo si hablamos de pan blanco, elaborado a partir de harina refinada.
Y aquí es donde entra el eterno debate sobre cuál es la parte del pan que contiene más calorías: ¿la miga o la corteza?
Un investigador del CSIC pone fin al debate sobre qué parte DEL PAN tiene más calorías
Miguel Herrero es investigador el Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación (CIAL), instituto mixto de titularidad compartida entre el CSIC y la Universidad Autónoma de Madrid y en una reciente entrevista a EP ha desmentido uno de los mayores mitos sobre el pan y es el de que la miga del pan engorda más que la corteza.
"Al tener menos agua, los componentes de la harina, básicamente hidratos de carbono, se encuentran más concentrados en la corteza, por lo que, a igualdad de peso entre la corteza y la miga, habrá una concentración de calorías mayor en la corteza", ha explicado el investigador.
Más allá de todo esto, también habló sobre el consumo de alimentos antioxidantes en nuestra dieta. En esta línea, Herrero ha señalado que "no existe una evidencia científica suficiente que revele el verdadero papel de los antioxidantes de la dieta en cuanto a su efecto preventivo frente al desarrollo de enfermedades".
De hecho, ha señalado que los alimentos antioxidantes no son perjudiciales y aclaró que "lo que no está muy justificado es que esas ensaladas o zumos que llevan el cartel antiox sean más caros, porque los antioxidantes ya están en su composición de forma natural".
El error que cometes al guardar el pan y que hace que se ponga duro antes
Lo primero en lo que seguramente pienses si sobra pan sea meterlo en bolsas de plástico. Esto es un error. Guardarlo en plástico no solo dificulta la circulación del aire, sino que también facilita la aparición de moho y hongos perjudiciales para nuestra salud. ¿Qué es lo mejor en estos casos? Guardarlo, en primer lugar, siempre fuera de la nevera, ya que el almidón puede deteriorarse muy rápido, más si además se conserva a temperaturas por debajo de los 8 grados bajo cero.
¿Dónde debemos hacerlo entonces? Siempre en bolsas de tela o paneras. En su defecto, hacerlo en bolsas de papel. Esto hará que el pan esté tierno mucho más tiempo, ya que estarán protegidos de la humedad. No obstante, el mayor error que cometes al guardar el pan no es tanto en la forma de guardarlo, sino en cómo lo consumes. Lo más importante, en este caso, es cortar solo el pan que vayas a consumir, ya que una vez que la miga del pan queda expuesta, se pone dura más rápidamente.
Si tenemos una barra de pan y no tenemos previsto consumirla entera, lo mejor es congelarlo. De esta forma conseguimos ralentizar su deterioro y evitar así que se ponga duro antes de tiempo. Además, una vez esté congelado puede estar durante meses en ese estado sin necesidad de perder sus propiedades.