¿Guardas el pan en el congelador? Esta es la forma correcta de hacerlo para que no pierda su textura y sabor cuando vayas a comerlo
Cuando sobra pan, es fundamental saber cómo y dónde guardarlo. Si eres de los que lo congela, debes saber que no todo vale y te explicamos cómo hacerlo correctamente
Imagen de archivo
Publicado el
3 min lectura
El pan es uno de los alimentos fundamentales de la dieta en España y en gran parte del mundo. Un alimento elaborado a partir de una masa de harina y agua, que puede ser elaborado con los granos de muchos cereales distintos. Un sencillo plato que lleva formando parte de la dieta en gran parte del mundo desde hace milenios, y que tiene un valor gastronómico indiscutible.
TE PUEDE INTERESAR
El pan es uno de los alimentos más antiguos de la humanidad. La prueba más antigua de elaboración de pan data de hace 14.000 años y fue encontrada en un yacimiento de la cultura natufiense, que vivió en la zona que hoy ocupan Israel, Palestina, Jordania y Líbano.
El pan formaba parte de la dieta romana, y era la base fundamental de la dieta medieval en gran parte de Europa, por la relativa abundancia de cereales frente a la escasez de otros alimentos, como la fruta, el pescado o la carne.
Lo que está claro es que el pan no falta nunca en nuestra mesa. El problema llega cuando sobra.
¿CÓMO GUARDAR CORRECTAMENTE EL PAN EN EL CONGELADOR?
Si tenemos una barra de pan y no tenemos previsto consumirla entera, lo mejor es congelarlo y evitar el error de meterlo en la nevera. Según el experto en cocina Daniel Gritzer, cuando guardamos el pan en la nevera y no en el congelador, lo único que hacemos es preservar el proceso de envejecimiento del pan.
Imagen de archivo
Todo esto se debe al proceso de retrogradación del almidón, en el que las células de ese producto, se cristalizan cuando el pan se enfría. En ese ambiente frío, la recristalización ocurre mucho más rápido y eso hace que el pan se endurezca y se ponga rancio en menos tiempo.
De hecho, y para demostrarlo, Gritzer quiso hacer una prueba para demostrar cómo el pan en la nevera degrada antes las propiedades del pan. Para eso guardó diferentes piezas envueltas en distintos envoltorios (plástico, papel y aluminio). Al sacarlo, e independientemente de la forma en la que lo había guardado, descubrió que el pan guardado en la nevera se endurecía y perdía textura más rápido, incluso, que aquel conservado a temperatura ambiente.
Cuando nuestro objetivo es conservarlo durante más tiempo, lo mejor es congelarlo. De esta forma, conseguimos preservarlo en estado óptimo durante meses sin que pierda ninguna de sus propiedades. Según este experto, la congelación ralentiza drásticamente la recristalización del almidón, permitiendo que el pan mantenga su textura y sabor original.
Imagen de archivo
Sin embargo, no todo vale y es fundamental que el pan se envuelva en plástico o papel de aluminio para evitar que pierda humedad, y este es un paso fundamental. A la hora de descongelarlo, es tan sencillo como recalentarlo unos minutos en el horno para devolverle su frescura y mejorar su textura antes de consumirlo.
BENEFICIOS DE CONSUMIR PAN PREVIAMENTE CONGELADO
Ya no estamos solo hablando de que conserve mejor su textura y sabor, sino que también tiene múltiples beneficios para la salud intestinal.
Según la nutricionista y divulgadora Beatriz González, en declaraciones recogidas por Europa Press, el proceso de retrogradación que mencionaba Gritzer, durante la congelación, hace que ese almidón pase a ser almidón resistente. Cuando lo hace, se transforma, por lo tanto, en una sencilla fibra que el intestino puede absorber por completo.
Cuando este llega al colon, sirve de alimento para las bacterias intestinales y favorece la producción de butirato, un ácido graso con propiedades antiinflamatorias y beneficiosas para la salud digestiva. Por lo tanto, ya no es solo que el pan se conserve mejor y durante más tiempo, sino que también contribuye a mejorar la microbiota intestinal y el bienestar digestivo.