¿Hablas demasiado deprisa o conoces a alguien que lo haga? Podrías sufrir un trastorno del habla y no lo sabes

Este trastorno, en muchos casos, complica al oyente entender lo que se le está diciendo y la persona afectada puede llegar a sentir frustración por ser incapaz de hablar de manera más pausada

Patricia Blázquez Serna

Publicado el - Actualizado

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Todos conocemos a alguien, si no nosotros mismos, que habla a una velocidad exagerada. De esas personas que no puedes acelerar los audios de WhatsApp porque ya a ritmo normal es complicado de seguir. Habla deprisa, a veces se traba y da la sensación de que lo hace antes de que muchas de sus palabras hayan pasado por su cabeza. 

Transmite nerviosismo o incluso ansiedad. Ellos pueden no darse cuenta o incluso tú puedes bromear con la idea de que, simplemente, habla muy deprisa y no se le entiende, o que es complicado seguirle el hilo argumental. Incluso ellos, en algún que otro momento, pueden llegar a sentir frustración por ser incapaces de hablar de forma más pausada. 

Lo que no sabes, sin embargo, es que esa persona (o tú mismo si es el caso) podría padecer taquilalia, un trastorno del habla que podría acompañarle durante toda su vida si no se pone una solución a tiempo.

¿QUÉ ES EXACTAMENTE LA TAQUILALIA? 

Jennifer Mateos es logopeda y en declaraciones a COPE ha explicado que la taquilalia o taquifemia, como también puede denominarse, "se caracteriza por un ritmo del habla excesivamente rápido, casi sin pausas, en los que puede haber omisiones de sonidos, sílabas o incluso de palabras".

En algunos casos, asegura Mateos, puede haber partes del discurso "desorganizadas", lo que hace que el oyente o el interlocutor muestre claras dificultades para comprender el mensajes.

Además de estos síntomas más característicos, "puede haber repeticiones de palabras, inquietud corporal o una voz monótona". 

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Hay teorías que sostienen que las personas con altas capacidades podrían presentar este tipo de trastorno porque generan muchas ideas en poco tiempo y se sienten en la necesidad de expresarlas antes de olvidarlas. No obstante, Mateos sostiene que hasta ahora "no hay evidencia que relacione la taquilalia con un cociente intelectual por encima del promedio".

Entonces, ¿cómo se trata la taquilalia?

Si te has sentido identificado con esto o conoces a alguien que pueda padecer este trastorno del habla, lo que hayas pensado a continuación es cómo solventarlo. Lo primero de todo, según la logopeda, es ser consciente del problema.

"En ocasiones la gente es consciente del problema, pero no de su gravedad", apunta. Por ese motivo, enumera una serie de consejos para tratar de solucionarlo o de rebajar notablemente muchos de los síntomas.

El primero de ellos es recurrir a las grabaciones "sin que la persona se percate" y posteriormente escuchar dicho audio para que pueda interiorizar realmente el problema. 

A juicio de Mateos, es "esencial" la colaboración de la familia y amigos "para avisar a la persona con taquilalia de que comienza a hablar rápido". De nuevo, volvemos a ese estado de consciencia en el que la persona se da cuenta de que está haciéndolo de nuevo y pueda controlarlo.

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En cualquier caso, apunta, es esencial conocer todos aquellos factores que puedan estar favoreciendo este trastorno del habla. "A nivel general se puede reducir el estrés, por ejemplo, modificando algunos aspectos de la vida diaria de la persona con taquilalia o practicando relajación", recomienda.

Lo más recomendable es acudir a un logopeda, quien "propondrá estrategias, ejercicios con metrónomo y lecturas para reducir la velocidad del habla". Gracias a este trabajo paciente-profesional, la persona afectada podrá mejorar su "coordinación respiratoria, la articulación correcta y la expresividad de la voz".

Si la persona, además de todo esto, presenta cuadros con ansiedad o estrés, también se recomendará que acuda a un psicólogo para que pueda atajar el problema subyacente de estas patologías.