Este es el motivo por el que te despiertas por dolor de cabeza en mitad de la noche: "Un periodo de riesgo"

El sueño tiene un papel importante en la modulación del dolor en general, pero sobre todo del dolor de cabeza

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Redacción digitalEuropa Press

Madrid - Publicado el

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El sueño tiene un papel importante en la modulación del dolor en general, pero sobre todo del dolor de cabeza. De manera que la falta de sueño produce un incremento de dolor, y el mismo dolor puede ocasionar falta de sueño. Se crea con todo ello un círculo vicioso.

De hecho, algunos pacientes aseguran que "si te acuestas con él [dolor de cabeza], te levantas con él" y muchas veces ya se van a la cama "pensando en ese dolor". 

"Si hablamos de las cefaleas que pueden tener lugar durante el sueño hay que diferenciar entre dos categorías, aquellas cefaleas de gran intensidad habitualmente, y que nos despiertan durante el sueño, que son relativamente poco frecuentes, pero con suficiente intensidad como para despertarnos durante el sueño; y las cefaleas que normalmente nos despertamos ya con ellas, pero no por ellas", afirma el doctor Diego García-Borreguero, director del Instituto del Sueño.

Entre las cefaleas durante el sueño manifiesta que también pueden ser secundarias a problemas serios, y por ejemplo una cefalea puede ser un signo o síntoma de una hemorragia subaracnoidea, o de un ataque de glaucoma, que ocurra durante la noche, y en las primeras horas de madrugada. "Pero si los ataques de cefalea son regulares, esta cefalea no es secundaria a otra cosa, sino que es una enfermedad primaria", precisa.

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UN CÍRCULO VICIOSO

Además, este neurólogo remarca que el sueño representa "un periodo de riesgo" en el que pueden producirse patologías que favorezcan el dolor de cabeza por la mañana; a la vez que recuerda que otros aparecen incluso mientras dormimos, y dependiendo del caso, o bien en las primeras horas de la madrugada, o si no en las primeras horas en las que se inicia el sueño.

 "Hay un proceso y es que estas cefaleas se producen por la noche, o bien nos despertamos con ellas. Así, se produce un círculo vicioso con bastante frecuencia y, como resultado de la cefalea no dormimos. Pero es que la consecuencia de no dormir es que ese dolor de cabeza se haga más intenso, o bien más frecuente, o ambas. Este círculo vicioso favorece aún más la presencia de cefalea. Es importante tener en cuenta que en algún momento no dormir va a aumentar la probabilidad de que sigamos con la cefalea o esta sea frecuente. No obstante, el tratamiento del insomnio momento no dormir va a aumentar la probabilidad de que sigamos con la cefalea o esta sea frecuente. No obstante, el tratamiento del insomnio puede de por sí empezar a revertir este círculo vicioso", aclara este experto.

      
             
      

En este sentido, el doctor García-Borreguero mantiene que debemos consultar con el especialista siempre y cuando el problema nos afecte con cierta frecuencia a nuestro funcionamiento diario: "En aquellos casos en los que al despertarnos nos encontramos ya con el dolor de cabeza y si éste desaparece en las siguientes horas de vigilia, estando despiertos, la probabilidad de que sea secundaria a algún problema de salud que se produzca durante el sueño es elevada, y deberíamos evaluarlo".

LAS CEFALEAS CÍCLICAS Y LA CEFALEA EN RACIMOS

Con todo ello, el director del Instituto del Sueño nos detalla varias cefaleas nocturnas que pueden darse durante el sueño, como el caso de las cíclicas, un tipo de cefalea que exclusivamente se produce durante el sueño, según prosigue, especialmente entre las 2 y las 4 de la madrugada, y que suele ser bilateral, desde la frente hasta la zona temporal (delante de los oídos).

"La cefalea cíclica suele ser de aparición repentina, tener lugar por la noche, y de forma más frecuente en las mujeres que en los hombres. Raramente está asociada a fotofobia o a una intolerancia al ruido. Suele ser breve y se produce, como máximo, durante dos horas. Tiene su propio tratamiento", agrega este neurólogo.

      
             
      

Otra cefalea que se produce durante el sueño, tal y como indica, es la cefalea en racimos, "muy severa en cuanto a intensidad", y que viene a durar entre 15 minutos y 2 horas. "Se produce habitualmente al comienzo de la noche. Suele ser unilateral alrededor del ojo. Se llama en racimos porque se produce en forma de ráfagas. Son varios ataques que se pueden producir como mínimo uno al día, y pueden producirse por paciente hasta 8 al día", puntualiza.

Además, señala que hay periodos donde estos ataques de cefalea en racimos pueden ser diarios, y pueden alternarse con periodos asintomáticos, sin ningún tipo de problema. "Estos ataques son de extremada severidad, suelen ser nocturnos, mientras dormimos; aunque el 70% pacientes suelen tenerlo solo durante la noche. Su causa no está muy clara, y probablemente sí está relacionada con anomalías con la función del hipotálamo. El tratamiento suele requerir de medicación por vía intravenosa o nasal, al ser ataques muy rápidos", matiza el director del Instituto del Sueño.

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EL SÍNDROME DE LA CABEZA EXPLOSIVA

Asimismo, menciona este experto que otra cefalea nocturna puede ser protagonizada por el síndrome de la cabeza explosiva, que consiste en un tipo de dolor de cabeza habitualmente leve, asociado a un ruido en el interior de la cabeza como de explosión, que es muy agudo, y breve, "como si algo estuviera explotando algo dentro de la cabeza".

      

 Este dolor de cabeza tiene lugar al inicio del sueño, según resalta el doctor, de manera que quien lo padece se despierta con una enorme sensación de susto. "Quienes lo padecen en un 30% tienen familiares con migraña y se piensa que es una de las formas de aura de la migraña, a la vez que responde a la misma medicación", resalta.

EL CASO DE LA MIGRAÑA

Por otro lado, uno de los tipos de cefalea de comunes, la migraña, que padece un 2% de la población de manera crónica (entre 4 y 14 episodios al mes), y la episódica o aguda el 14% (hasta 4 episodios al mes), según precisa, puede estar igualmente relacionada con las cefaleas nocturnas.

"La migraña suele empezar en sus días previos con fatiga, con un incremento del apetito, con bostezos, lagrimeo, tener la necesidad de orinar mucho, hasta llegar al aura de la migraña o a las alteraciones visuales, fenómenos anormales en la visión, y a veces alteraciones en la sensibilidad de la piel. Lo típico es que sea unilateral. Un dolor agudo, menos severo que el de cefalea en racimos, y que empeora con el ejercicio, unido a la fotofobia y a la intolerancia al ruido, o bien a las náuseas. Son ataques de mayor duración (hasta 72 horas). Una vez concluido el ataque la persona se encuentra muy cansado o con insomnio", describe el doctor García-Borreguero.

En dos tercios de estos pacientes los ataques se producen mientras duermen, según recalca, y estos en algún momento se despiertan y notan el ataque, y están asociados los ataques a una disminución del sueño profundo en los días previos, tal y como asevera. "Tener enfermedades que alteran el sueño, como el síndrome de piernas inquietas, favorece hasta 4 veces más que en la población general el tener migraña. El insomnio y la apnea del sueño también se relacionan con la migraña", añade este experto.

EL DOLOR DE CABEZA EN LA AOS

Igualmente, menciona este experto del Instituto del Sueño que hay un dolor característico en la apnea obstructiva del sueño o AOS, un dolor de cabeza matutino al levantarse y que desaparece después. Se trata de personas que se levantan con dolor de cabeza de la frente hasta la nuca, bilateral, no pulsátil, como en la migraña, "como con una sensación de presión en la cabeza desde la frente a la nuca", según detalla, y que además desaparece en las horas siguientes a despertarnos. "Es más frecuente en las personas roncadoras y especialmente en quienes tienen AOS", remarca.

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Este neurólogo reconoce que actualmente el motivo no está claro pero sí asegura que tratar la apnea obstructiva del sueño mejora este tipo de dolor: "Sí se piensa que está asociado con el incremento de anhídrido carbónico en las arterias durante las apneas de la noche, y al aumentar el CO2 se produce una vasodilatación de las arterias cerebrales, lo que genera fenómenos de depresión sobre las meninges, y en consecuencia el dolor".

LAS CEFALEAS NOCTURNAS POR BRUXISMO 

Por último, subraya el doctor García-Borreguero habla de las cefaleas nocturnas asociadas con el bruxismo, un cuadro por el cual tendemos o bien a apretar los dientes, o bien a frotarlos, y donde se activa la musculatura masticatoria.

"En muchas personas esa cefalea ocurre exclusivamente mientras dormimos. No la tienen durante el día. Y este tipo de actividad masticatoria durante la noche, como de frotamiento entre las piezas dentales masticatorias, puede producir por la mañana también cefalea, y no predispone a tener un tipo de cefalea tensional", concluye el director del Instituto del Sueño.