La nutricionista Boticaria García avisa a los que incluyen lentejas en su dieta: "Antinutrientes"
Difícil es encontrar un hogar donde no se cocinen de manera habitual, especialmente en los meses de frío como los que ya empiezan a llegar a nuestro país.
Madrid - Publicado el
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El guiso de lentejas forma parte de la tradición culinaria de nuestro país. Difícil es encontrar un hogar donde no se cocinen de manera habitual, especialmente en los meses de frío como los que ya empiezan a llegar a nuestro país. Al final, las lentejas son un clásico de nuestra gastronomía y además son muy versátiles, ya que podemos prepararlas con antelación y conservarlas durante varios días, lo cual también nos facilita comer bien sin pensar en las tareas que tenemos que llevar a cabo de forma diaria.
Pero es que además de su sabor, las lentejas también tienen múltiples beneficios. Son una fuente de hidratos de carbono complejos de absorción lenta, que apenas contienen grasa, pero sí nos dan mucha energía. Además, son una gran fuente de magnesio, potasio, fósforo, hierro, selenio y calcio, minerales fundamentales para el correcto funcionamiento de nuestro organismo.
También aporta vitamina A, B1, B6, ácido fólico y vitamina C. El consumo normal de lentejas contribuye a mejorar el sistema nervioso y el estado de ánimo.
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Sin embargo, a pesar de los beneficios que se obtienen de ellas, algunas personas las eliminan de su dieta al producirle molestias intestinales. Otras lo hacen por la presencia de antinutrientes, que también está presente en otros tipos de legumbres, uno de los elementos más desconocidos y temidos a la vez en el campo de la nutrición.
A priori es lógico. ¿A quién no puede darle miedo un término que parece indicar que vamos a encontrar ciertas sustancias nocivas o que puedan afectar a nuestra salud? Pues lo cierto es que no son tan "malos" como la propia palabra hace indicar. Y es que en realidad son compuestos que existen de forma natural en los alimentos, no son la respuesta de una alteración de los mismos.
Por otro lado, deshacerse de ellos o reducirlo es más sencillo de lo que podemos imaginar, más aún en el caso de las legumbres. Sobre esta cuestión ha hablado recientemente la doctora en Farmacia y nutricionista Boticaria García, quien ha ganado especial repercusión a través de sus redes sociales y sus apariciones en distintos medios de comunicación.
El aviso de la nutricionista Boticaria García a todos los consumidores de LENTEJAS
En un vídeo publicado en su perfil de Instagram, la nutricionista habla expresamente de los "antinutrientes" de las legumbres. Así las cosas, explica que "las lentejas y los garbanzos son listísimos y desde hace miles de años han desarrollado mecanismos para defenderse y poder sobrevivir para que los animalitos no se los quieran comer". El problema es que esos mecanismos de defensa, a los humanos "tampoco nos sientan muy bien".
La manera de evitarlo es muy sencilla: "En dos palabras, remojando y calentando", ha apuntado. "Primero remojando, poniendo las legumbres en agua unas 10-12 horas". De esta forma, también podemos reducir el tiempo de cocción hasta un 50%. En segundo lugar, ha asegurado, "calentando el agua; tiene que hervir al menos a 100 grados durante 10 minutos y ante la duda, siempre puedes tirar de olla express". De esta forma, podemos eliminar todos estos antinutrientes.
"Las malas de la película, las que se llama letinas, muerte y destrucción, y los fitatos, que son los capaces de secuestrar algunos nutrientes, no se eliminan del todo, pero se reduce mucho su presencia", ha agregado la nutricionista. "No hay ningún drama con las legumbres, una vez que se calientan suficiente, la cantidad de nutrientes que puedan secuestrar los fitatos que queden por allí no van a suponer un problema. Las ventajas de consumir legumbres superan con mucho los posibles inconvenientes", ha concluido.
Aquí puedes ver el vídeo completo:
La nutricionista Boticaria García alerta a los que toman yogures caducados
En un vídeo en su perfil de Instagram, la nutricionista recuerda que "hace 10 años" que los yogures no caducan. "Desde el año 2014 los yogures se pueden etiquetar con la leyenda fecha de consumo preferente", ha apuntado.
¿Esto qué significa? Que si no hay "signos evidentes de mal estado" y estos se han conservado correctamente, "igual que otros alimentos que estén marcados con fecha de consumo preferente, se pueden consumir una vez que ha pasado la fecha", ha señalado. Entonces, ¿de cuánto tiempo estamos hablando?
"Pues podrían ser varias semanas", ha subrayado, y es que no existe una "respuesta universal". "Va a depender del tipo de yogur. No es lo mismo un yogur natural como este, que uno que lleve trozos de fruta, de si se ha respetado la cadena de frío, si lo has llevado pronto a casa o lo has dejado en el maletero mucho tiempo... y ojo, que una cosa es que el yogur sea seguro y otra que si se pasa de fecha no pierda cualidades de sabor, de aroma, cualidades nutricionales...", continúa explicando la nutricionista.
Finalmente, asegura que el "mejor consejo" que puede dar a cualquier consumidor es que "te comas los yogures dentro de la fecha de consumo para disfrutar de todas sus propiedades", concluye.