El truco definitivo para evitar que le salga moho a tu lata de tomate: en solo dos pasos
Las latas de tomate y tomate en bote son grandes aliados para los más cocinillas. Sin embargo, hay veces que no las gastamos por completo y pueden ponerse malas. Así puedes evitarlo
Madrid - Publicado el
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El tomate es una de las verduras más populares en la cocina española. Se trata de un alimento que puede consumirse de múltiples formas y con grandes propiedades para nuestro organismo. Cortado una ensalada, a la plancha, como ingrediente principal de un gazpacho o triturado como salsa, son solos algunas de las opciones.
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Y otra de las favoritas en nuestro país es el tomate en bote, que sirve para realizar todo tipo de platos típicos españoles con la mayor comodidad posible.
Se han convertido, por lo tanto, en aliados fundamentales para los más cocinillas y son ideales para preparar todo tipo de salsas, guisos, pastas o incluso bases de pizza. Todo ello, ahorrando mucho tiempo pero sin renunciar al sabor.
El problema llega, muchas veces, cuando abrimos un bote o una lata de tomate, pero no la usamos del todo. Utilizamos lo que necesitamos y el resto lo guardamos en la nevera. Pasados unos días, y de no volver a utilizarla, es posible que la lata o el bote esté lleno de moho y nos veamos obligados a tirar el producto sobrante. ¿Podemos evitarlo?
La respuesta es sí, y aunque no lo creas, el truco es muchísimo más fácil de lo que puedas llegar a imaginar.
El truco definitivo para evitar que le salga moho a tu lata de tomate
A problemas, soluciones, y eso es lo que ha hecho el Técnico Superior en Dietética, Miodrag Borges, un canario que utiliza su perfil de Instagram @microbiotadesdecero para divulgar sobre contenidos de alimentación y dar consejos para mejorar la conservación de la comida. En este caso, explica un sencillo truco para evitar que le salga moho a tu lata de tomate.
"¿Has abierto una lata de tomate frito triturado, no la has usado entera y no quieres que se ponga mohoso el tomate en la nevera?", pregunta. Para evitarlo, da dos soluciones.
En ambos casos, señala, "debemos pasar todo eso que nos ha sobrado a un bote de vidrio". En el caso de que la superficie "sea irregular, simplemente añadiendo una pequeña capa de aceite de oliva impediremos el crecimiento no deseado de moho".
En el caso de que el tomate sea en otro formato, como tomates enteros, pelados o en trozos, "podemos dar un calentón durante 30 segundos a máxima potencia en el microondas, con la cautela de tapar inmediatamente". Así las cosas, e independientemente del método utilizado, recuerda la importancia de "refrigerar en nevera y de esa manera ahorraremos tirar un montón de comida a lo largo del año", ha concluido.
Una tercera solucióN: congerlarlo en una cubitera
No obstante, no es el único truco que puede aplicarse. Existe un tercero, que es tan sencillo como congelarlo. Lo explica también el experto en nutrición en otro vídeo anterior. En este caso, es tan sencillo como rellenar una cubitera con el tomate y hacerlo homogéneo con ayuda de una espátula. Una de las ventajas en este caso es que, además, a cada pequeño hueco de la cubitera puedes añadirle las especias que mas te gusten.
Todo esto deberás llevarlo al congelador y al cabo de unas horas tendrás dados congelados de tomate, "con una gran durabilidad" y con especias, si eres de los que prefiere darle un toque de saber a tus platos. Una de las ventajas, en este caso, es que también podrás dosificarlo a tu gusto.