La vitamina que mejora tu estado de ánimo y refuerza tu sistema inmunitario: en suplementos o alimentos

Las lluvias y los cambios bruscos de temperatura que estamos viviendo en España ponen a prueba nuestro sistema inmunitario. En esta época, los resfriados y otras infecciones son más frecuentes, por lo que reforzar nuestras defensas se vuelve más importante que nunca. Además, la falta de sol y los días grises pueden afectar a nuestro estado de ánimo, haciendo que nos sintamos más cansados o desmotivados.

Para combatir estos efectos, la alimentación juega un papel clave. Hay nutrientes esenciales que ayudan a mantener fuerte el sistema inmunitario y, además, pueden influir en nuestro bienestar emocional. Según la nutricionista Sandra Moñino, hay una vitamina que destaca por encima de las demás: la vitamina C.

la vitamina c da "un chute" a tu cuerpo

En su podcast 'Con Jengibre y Limón' con la periodista María Pérez Espín, la nutricionista Sandra Moñino, quien ha ganado especial repercusión por su reto de 3 días de alimentación antiinflamatoria, explica que “la vitamina C, al igual que el zinc y la vitamina D, son precursores del sistema inmunitario. O sea, los necesitamos para que nuestro sistema inmunitario funcione correctamente, que esté fuerte”. Esto significa que consumir alimentos ricos en estos nutrientes puede ayudar a nuestras defensas a combatir infecciones de forma más eficaz.

Aunque la vitamina D se obtiene principalmente del sol, la vitamina C se encuentra en muchos alimentos que podemos incluir en nuestra dieta diaria. “Tomar alimentos ricos en vitamina C va a darle un chute a nuestro sistema inmunitario para que pueda seguir funcionando”, señala Moñino.

Entre los alimentos con más vitamina C destacan los cítricos (naranjas, limones, kiwis), los pimientos rojos, las fresas y el brócoli. Incluirlos en la dieta puede hacer que nuestras defensas se mantengan activas y listas para afrontar el invierno.

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Más allá de la inmunidad: la vitamina C y el estado de ánimo

Pero la vitamina C no solo es importante para el sistema inmunitario. También puede tener un impacto positivo en nuestro estado de ánimo. Según un estudio de la Mayo Clinic dirigido por el Dr. Brent A. Bauer, “las personas con deficiencia de vitamina C a menudo se sienten fatigadas o deprimidas”. Esto se debe a que la vitamina C está involucrada en la producción de neurotransmisores como la serotonina, que regulan nuestro bienestar emocional.

El mismo estudio apunta que “incluso para las personas sin deficiencia, tomar un suplemento de vitamina C podría mejorar su estado de ánimo”. De hecho, algunos participantes informaron que redujo sus niveles de ansiedad. Aunque hacen falta más investigaciones, los expertos recomiendan incluir fuentes de vitamina C en la dieta para mantener un buen equilibrio emocional.

A pesar de los beneficios de la vitamina C, Sandra Moñino insiste en que lo más importante es mantener una alimentación equilibrada. “Si no llevamos una alimentación antiinflamatoria, aunque te tomes un chorrito de limón o una infusión de jengibre con limón, no te va a servir de nada si luego te comes una tableta de chocolate con leche”, advierte.

Un consumo frecuente de vitamina C está relacionado con mejores estados de ánimo"

Brent A. Bauer

Doctor en la Mayo Clinic

Por eso, además de asegurarnos un buen aporte de vitamina C, zinc y vitamina D, debemos apostar por una dieta variada y rica en alimentos frescos y naturales. Evitar el exceso de azúcares refinados y procesados ayudará a reducir la inflamación y a mantener nuestras defensas en óptimas condiciones.

Si bien los alimentos naturales son la mejor fuente de nutrientes, en algunos casos puede ser necesario recurrir a suplementos. El Dr. Bauer recomienda que, si se opta por un suplemento de vitamina C, no se superen los 2000 mg al día y siempre se consulte a un profesional de la salud antes de tomarlo.

En definitiva, la vitamina C es un aliado fundamental tanto para el sistema inmunitario como para el estado de ánimo. Incluir alimentos ricos en este nutriente en nuestra dieta diaria, junto con hábitos saludables, puede marcar la diferencia en nuestro bienestar general.