Cinco iniciativas que buscan repoblar la España vaciada

En tiempos en los que la masificación y el trajín se imponen por doquier, resulta complicado llegar a pensar en abandonar las ciudades para darle (más) sentido a los pueblos. La España vaciada vive inmersa en una lucha constante por sacar del olvido a un mundo más cercano a lo rural que a lo urbano. Entre las muchas batallas libradas, hay algunas que se ganan en pos de la repoblación.

Sí, existen una serie de iniciativas que buscan que la gente vuelva, en lugar de irse: razones para reivindicar y no para desterrar. Estos son cinco proyectos bastante loables en ese ímpetu de recuperar un sentir perdido, aunque puede que no de forma definitiva.

Plan Repuebla

Es una de las plataformas creadas para repoblar los pueblos no sólo en el sentido de ocupar viviendas, sino de revitalizar escuelas, centros de salud e incluso el trabajo. Este proyecto plantea dos fases. La primera es de contacto y colaboración con ayuntamientos de distintas localidades para generar un banco de viviendas libres en las que se pueda habitar. En la segunda, se alquilan o venden estas viviendas a aquellos usuarios dispuestos a trasladarse a la zona en cuestión para gozar de nuevas oportunidades y mejor calidad de vida.

Este Plan Repuebla se centra en las provincias de Soria, Zamora, Palencia, Burgos, Segovia, Ávila, Salamanca, Valladolid y León. A través de su página web, se pueden encontrar ayudas y subvenciones para la repoblación. Por ejemplo, existe la posibilidad de regentar un bar por sólo 250 euros al año y de que los autónomos tengan tarifa plana en poblaciones de menos de 5.000 habitantes.

La Exclusiva

Este emprendimiento social busca reducir la despoblación en la provincia de Soria. Lo hace mediante la ayuda a las personas que residen en pequeños pueblos de esta zona y que tienen dificultades para obtener ciertos productos y servicios.

Estas ventajas propias de la capital llegan hasta el pueblo sin coste añadido gracias a los repartidores de La Exclusiva, que recogen y entregan pedidos a domicilio. Gracias a ellos, se ahorra tiempo y comodidad. Además, se genera más seguridad y bienestar para la gente de la tercera edad que vive en los pueblos.

¿Qué tareas se cubren? Compra diaria, obtención de medicamentos, presentación de documentos oficiales en el registro público… Todo para hacer más fácil la vida de los habitantes de los pueblos.

G100

Lo forman 50 hombres y 50 mujeres de todo el país, pertenecientes a distintos colectivos (ingenieros, historiadores, periodistas, economistas…) y con un objetivo común: mejorar la vida en el campo en pleno siglo XXI. Divididos en hasta 12 áreas de trabajo, ya tienen algunas propuestas en mente para que la España vaciada lo sea menos cada día.

Ruralista sería su alternativa a los portales de vivienda de la gran ciudad. También les gustaría lanzar un Uber rural (para conectar pasajeros, paquetería y servicios) y un banco de espacios artísticos, culturales y deportivos. Algunas ideas más son crear una red de pueblos cuidadores de ancianos y promover la especialización rural entre los profesores. Las que quedan en el tintero no pierden un ápice de la ambición que reflejan estos ejemplos.

Aldeas Abandonadas

Se trata de una inmobiliaria especializada en un tipo de propiedades en concreto, singulares y de prestigio: aldeas, pueblos deshabitados, viviendas rurales, molinos, pazos, masías, castillos, bodegas, lugares con encanto… Trabaja sobre todo en Galicia, Asturias, Cataluña, Andalucía y Levante, entre otras zonas, con el objetivo de “satisfacer un deseo personal o profesional de entornos rurales, contribuir a su repoblación o dar con una nueva forma de vida en medios de mucha naturaleza, paz y armonía”.

En su ímpetu de contribuir a la repoblación de las zonas rurales, Aldeas Abandonadas visita a diario distintos pueblos y aldeas, “hablando con los lugareños y escuchando sus inquietudes”. Confían en que hay mercado entre muchos emprendedores y personas que quieren cambiar la ciudad por la tranquilidad del pueblo y la naturaleza.

Pueblos smart

Son poblaciones que buscan revalorizarse a través de la inversión en las nuevas tecnologías y en la innovación. Hay varios casos interesantes en este sentido. La localidad extremeña de Valverde de Burguillos funciona como laboratorio académico, ya que muchos alumnos de distintas áreas de la Universidad de Sevilla han desarrollado allí su trabajo de fin de máster o grado.

Por su parte, Molinaseca (León) ha implantado sistemas inteligentes tanto en la gestión de residuos como en su alumbrado. Y hay dos pueblos de Jaén también sensibilizados con esta idea de los pueblos smart. Por un lado, Alcalá la Real, con una red Wi-Fi pública y un control inteligente de cada una de las farolas del lugar. Por otro, Martos, con un parking inteligente y pasos de cebra que también lo son como medidas innovadoras adicionales a la del alumbrado.

Hay otros tantos proyectos que, como los cinco reseñados aquí, buscan soluciones al problema de la España vaciada. La realidad del mundo urbano nacional es compleja, pero aún hay quienes buscan adaptarla a los nuevos tiempos para que la distancia con las ciudades sea, poco a poco, menos abrumadora.