Desclasifican un documento de la CIA que prueba que la historia de la Casa Real cambió: antes de morir Franco

Una orden ejecutiva del presidente Bill Clinton en 1995 obligó a que los documentos con al menos 25 años de antigüedad y valor histórico fuesen publicados

El rey Juan Carlos I, la reina Sofía y las infantas Elena y Cristina

Alamy Stock Photo

El rey Juan Carlos I, la reina Sofía y las infantas Elena y Cristina

José Manuel Nieto

Publicado el

3 min lectura

Durante décadas, la historia de la Casa Real española y su relación con el franquismo ha estado rodeada de secretos, rumores y especulaciones. Hoy, gracias a una orden ejecutiva firmada por el presidente Bill Clinton en 1995, esos secretos empiezan a salir a la luz. Esta norma obligó a la CIA a desclasificar y publicar aquellos documentos con al menos 25 años de antigüedad y valor histórico, lo que ha permitido acceder a millones de páginas que hasta hace poco solo podían consultarse en unos pocos ordenadores físicos en Maryland. Ahora, parte de estos archivos ya están disponibles en línea en la base de datos CREST, lo que ha facilitado que periodistas, investigadores e historiadores puedan analizar las relaciones entre Estados Unidos y España durante el franquismo y la Transición.

Franco y Don Juan, revelado por la CIA

Uno de los documentos más reveladores, fechado en diciembre de 1948, lleva por título “Acuerdo rumoreado entre Don Juan y Franco para la restauración de la monarquía”. En él se informa de que Don Juan, padre del futuro rey Juan Carlos I, comunicó a un seguidor monárquico en una reunión en Portugal que se había alcanzado un acuerdo con el dictador para restaurar la monarquía. Este hecho confirma que la reconfiguración del futuro de España ya se estaba negociando décadas antes de la muerte de Franco, y con el beneplácito del propio régimen.

Juan de Borbón padre de Juan Carlos de España con su esposa María de Borbón

Alamy Stock Photo

Juan de Borbón padre de Juan Carlos de España con su esposa María de Borbón

Otro documento del año siguiente habla ya de “planes para la transición a la monarquía”, en los que aparecen nombres clave del antifranquismo moderado y del entorno franquista, como Julio Danvila o el duque de Sotomayor. Para la CIA, la hipótesis más probable tras la muerte del dictador era la continuidad de un régimen autoritario, aunque con liberalización económica. La restauración monárquica fue vista como un mal menor que aseguraba estabilidad.

El 3 de agosto de 1974, un cable diplomático estadounidense titulado “Juan Carlos no tiene ningún poder” ponía en duda la capacidad real de decisión del entonces príncipe. Según el texto, aunque Juan Carlos convocó una reunión de ministros en ausencia de Franco, la embajada norteamericana no creía que tuviera poder efectivo. Apenas dos días después del fallecimiento del dictador, otro informe lo describía como un hombre sin entusiasmo popular, formado por Franco y mantenido como figura de continuidad.

la desconfianza y el pragmatismo

Pero el tono cambiaría radicalmente en diciembre de 1983. Otro memorando describía al rey Juan Carlos como “un factor clave de estabilidad” en la joven democracia española. Se le atribuía un papel crucial en contener las tensiones con el ejército, especialmente tras el fallido golpe de Estado del 23-F. Su habilidad para actuar como “pararrayos del descontento militar” le granjeó respeto en los cuarteles, si bien esa estrategia se agotaría con el triunfo del PSOE de Felipe González.

Juan Carlos, quien más tarde se convirtió en rey de España

Alamy Stock Photo

Juan Carlos, quien más tarde se convirtió en rey de España

La Transición española fue objeto de un estrecho seguimiento por parte de Washington. Desde la firma del Tratado de Amistad y Cooperación entre España y EE.UU. en 1976, promovido por Henry Kissinger, hasta los informes sobre la entrada en la OTAN, la evolución política del país se consideraba un asunto de alta prioridad. No faltan referencias a los intereses estadounidenses en las bases militares de Rota, Morón o Torrejón, y al uso del espacio aéreo.

Estos documentos no solo arrojan luz sobre el papel de la monarquía en la transición democrática, sino que también evidencian que Estados Unidos fue un actor observador e interesado en el desarrollo político de España. Incluso informes como el titulado “España: el nuevo sistema de partidos”, fechado en 1982, contienen juicios sobre el liderazgo de Felipe González, la decadencia de Alianza Popular o la falta de alternativas al socialismo.

El acceso digital a estos archivos, muchos de los cuales pueden consultarse en portales como el CIA Reading Room, supone un hito para el estudio de la historia reciente española. Y confirma lo que muchos sospechaban: la Casa Real volvió mucho antes de lo que nos contaron, y no sin el beneplácito de Washington.

Temas relacionados

La Linterna

La Linterna

Con Ángel Expósito

Lunes a viernes de 19:00h a 23:30h

Programas

Último boletín

18:00H | 9 JUN 2025 | BOLETÍN

Boletines COPE
Tracking