La increíble historia detrás de los leones del Congreso: rediseños, deformaciones y un homenaje bélico
Tal día como hoy hace 170 años, se inauguró el Palacio de las Cortes por la Reina Isabel II. Curiosamente, sin los famosos leones que actualmente flanquean la entrada
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Entre la calle de Zorrilla y la Carrera de San Jerónimo, el Palacio de las Cortes —o más conocido a día de hoy como Congreso de los Diputados— corona la plaza de las Cortes de Madrid desde hace 170 años, y ha sido escenario de los acontecimientos históricos más importantes de nuestra historia pasada y reciente, desde la proclamación de los Reyes Juan Carlos I y Felipe VI, a la apertura solemne de las legislatura como el intento de golpe de Estado del 23-F.
El Palacio de las Cortes fue inaugurado el 31 de octubre del año 1850 por la reina Isabel II, es decir, hoy se cumplen 170 años de su apertura oficial. Es más, fue ella misma quien colocó la primera piedra en el año 1843. Durante los siete años que duró el proceso de construcción del mismo, los diputados de por aquel entonces se reunieron en el Salón de Baile del Teatro Real de Madrid.
Hasta antes de su construcción, en el espacio que ahora ocupa el Palacio de las Cortes estaba situado el convento del Espíritu Santo, que en el año 1823 sufrió un grave incendio. Fue con la llegada del Partido Progresista al poder cuando se tomó la decisión de construir un nuevo edificio en el lugar en el que había estado el convento en el que los políticos pudieran reunirse.
En los últimos 40 años, el edificio ha sufrido cuatro ampliaciones y reformas diferentes en los años 1980, 1994, 2006 y, la última de ellas, en el año 2013.
La historia de los leones que flanquean el Congreso
Los leones de bronce que custodian la entrada del Congreso de los Diputados son uno de los iconos indiscutibles de la ciudad de Madrid. Tras la finalización del Palacio de las Cortes, en 1850 se colocaron dos sencillas farolas en la escalinata de la entrada. Fueron los propios parlamentarios los que solicitaron colocar dos leones, uno a cada lado, ya que eran el símbolo de la monarquía. De esta forma podrían custodiar el núcleo neurálgico de la política española.
La realización de los leones corrió a cargo del escultor Ponciano Ponzano, que ya había llevado a cabo otros trabajos en el Congreso. Sin embargo, para realizar las esculturas de unos leones de bronce, cuyo precio era tan elevado y en un país que había entrado en una en una grave crisis económica, en lugar de bronce, Ponzano recurrió al yeso y fueron pintados con betún con el fin de imitar la apariencia del bronce. Como no podía ser de otra forma, en el año 1851, tal solo un año después, aquellas majestuosas figuras se deformaron a causa de los fenómenos meteorológicos.
Sin posibilidad de restaurarlos, el Congreso encargó unos nuevos leones al artista José Bellver, escultor recién llegado de Roma. El diseño fue igual de decepcionante. Si bien estos sí fueron esculpidos en piedra, no representaban la figura felina que, supuestamente, debería representar el león. Estos fueron trasladados posteriormente a Valencia y actualmente custodian la entrada del jardín de Monforte.
Después de este nuevo varapalo, el gobierno decidió llamar de nuevo a Ponzano. En el año 1860, el valle del Rif sufrió una serie de levantamientos y ataques, lo que provocó que algunas ciudades como Ceuta fueran completamente saqueadas. Tras la victoria del ejército español, estos trajeron consigo como botín los cañones que habían incautado al ejército de Marruecos.
La Real Fábrica de la Artillería de Sevilla se encargó de fundirlos y de poner a disposición de Ponzano la materia prima para la elaboración de los mismos. A día de hoy y más de cien años después, Daoiz y Velarde continúan flanqueando el Congreso de los Diputados.
Impactos de bala desconocidos, fruto del 23-F
23 de febrero de 1981, 18:23 horas de la tarde. La pesadilla de aquel día comenzó por un disparo y fue seguido de una ráfaga. Once segundos de disparos. Un grupo de guardias civiles al mando del teniente coronel Antonio Tejero asaltaron el Congreso a punta de pistola mientras se votaba la investidura de Leopoldo Calvo-Sotelo, que estaba llamado a ocupar el lugar de Adolfo Suárez.
Durante el intento de golpe de Estado apretaron el gatillo al menos 45 veces tras irrumpir en el hemiciclo. Sin embargo, uno de los detalles que no muchos saben es que, como consecuencia de unas obras de rehabilitación hace algunos años, la empresa encargada de las mismas descubrió ocho nuevos impactos de los que no se había tenido constancia hasta entonces.
Ocho impactos que se sumaron y otros diez que desaparecieron. Habían sido contabilizados en el año 1981 al número total de disparos, y durante las últimas obras de rehabilitación habían sido sellados por la realización de distintos trabajos de mejora.
210.00 libros en la biblioteca del Palacio de las Cortes
Fuente de sabiduría y objeto de muchas miradas. La biblioteca del Congreso de los Diputados se sitúa en la planta baja del edificio, en el ángulo correspondiente al cruce de las calles Zorrilla y Fernanflor.
Su construcción fue obra del arquitecto Arturo Mélida, en torno al año 1885. ¿Por qué esta biblioteca es tan especial? La respuesta es sencilla, actualmente cuenta con tres pisos de altura y alberga casi 210.00 obras y volúmenes en su interior. Junto al archivo, guarda todos los documentos de las Cortes desde la inauguración el edificio. Su antecedente más directo es la antigua Biblioteca de Cortes establecida en el año 1811 por las Cortes de Cádiz.
En el fondo histórico de la Biblioteca destaca la existencia de dos códices del siglo XV, ocho documentos anteriores al año 1500, medio centenar de documentos de los siglos XVI y XVII y casi 300 libros de origen raro y desconocido.