¿Utilizó Franco a un doble argentino? La leyenda que podría ser más que un mito
Durante muchos años no ha sido más que una hipótesis, pero hay versiones que dejan caer la posibilidad de que el dictador podría haber utilizado un doble
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Con el paso de los años, y con la ayuda de los expertos e historiadores, hemos sido capaces de conocer nuevas facetas y episodios desconocidos relacionados con la vida del dictador Francisco Franco.
Uno de esos aspectos ha sido, precisamente, su doble. Para muchos ha sido una posibilidad remota y muchos expertos han considerado que no se trata más que una hipótesis infundada. Otros, sin embargo, recuerdan casos populares como el caso del líder soviético, Iósif Stalin, quien durante años fue su doble, pensando en la protección del auténtico personaje o para preservar su descanso.
La familia de Franco ha sostenido durante el paso de los años que esto no es más que una “mamarrachada”. No obstante, los familiares más allegados del supuesto doble del dictador sostienen que su familiar desapareció en el año 1942 y aseguran que suplantó al Caudillo durante años.
¿El doble argentino de Franco?
En julio de 1960, Enrique Martínez da Silva, un soldador que trabajaba en Galicia, fue llamado a bordo del barco de Franco, el “Azor”, para hacer una reparación del yate. Él tan solo tenía 18 años. "Me enviaron al yate Azor, en Sada, a reparar el aparato con el que Franco pescaba cachalotes", ha explicado años después Martínez. Se vio cara a cara con el Caudillo, quien tan solo le hizo algunas preguntas sobre el barco. Al parecer, al día siguiente, Martínez observó con sorpresa cómo los periódicos publicaban una fotografía con una pieza de salmón que él mismo había pescado. "A la misma hora que hablaba conmigo en el Azor", explicó años después.
Fue así como el soldador mantuvo el secreto hasta el año 1994 (tan solo se lo contó a su mujer), cuando durante la emisión de un programa de televisión cuyo objetivo era encontrar a personas desaparecidas, vieron una fotografía de un hombre con un evidente parecido con Francisco Franco. Nada más lejos de la realidad: se trataba de un argentino que había desaparecido y cuyos famiares estaban buscando. Al parecer, aquel hombre había venido a Galicia y se le perdió completamente la pista. Fue la mujer de Martínez quien, sorprendida, aseguró que aquel hombre de la fotografía, con gran parecido con el Caudillo, era el hermano de su padre.
Inmediatamente, la pareja contactó con los productores del programa y se pusieron en contacto con los familiares argentinos. Su nombre era Isidro García Collado, quien llegó a Galicia en el año 1942 para recoger a su hermano y llevárselo de vuelta a Argentina. Sin embargo, nunca volvió. Fue así como Martínez tuvo un encuentro con el director del programa, Paco Lobatón, y le contó el episodio del barco. Fue entonces cuando comenzaron a sembrarse las sospechas de que Isidro García Collado pudo haber sido el doble de Franco y, así, fue cómo la leyenda sobre el doble de Franco podría haber pasado a ser más que un mito.
Una hipótesis convertida en película
No es la primera vez que se ha abordado este asunto a lo largo de toda la historia. La película ‘Espérame en el cielo’, dirigida por Antonio Mercedo y estrenada en el año 1988, plantea la posibilidad de que, efectivamente, Francisco Franco tuvo un doble y que, en realidad, el cuerpo que se enterró en el Valle de los Caídos en noviembre del año 1975 no era del Caudillo sino de su doble, mientras que Franco habría sido enterrado en un lugar secreto por el miedo de su familia a un atentado. La película dibuja la vida de Paulino Alonso, un ortopedista con un evidente parecido con el dictador y que fue secuestrado por agentes del Gobierno con el único de objetivo de utilizarle como doble en sus apariciones públicas.
Según la película, el doble fue entrenado para actuar como él, tanto en sus gestos como en sus modos. Evidentemente, tan solo se trata de una obra cinematográfica pero, como venimos diciendo, son tantas las hipótesis que se barajan en torno a este asunto, que la leyenda podría ser un hecho histórico. Tal vez uno de los secretos mejor guardados del dictador, del que muy pocos tienen constancia y una de esas personas en Enrique Martínez da Silva.