Asunta Basterra, Diana Quer o Gabriel Cruz: cuando las víctimas son los más pequeños

Este jueves se confirmaba la más trágica de las noticias. La Guardia Civil hallaba el cuerpo de una niña en la zona en la que se buscaba a las dos menores desaparecidas en Tenerife. Finalmente, dos horas después de ser localizado, se confirmaba la identidad. Era Olivia, la mayor de las pequeñas.

El Juzgado había incoado en el pasado mes de abril diligencias previas en referencia a la presunta desaparición y secuestro de las niñas, apuntando a su padre, Tomás Gimeno, como principal sospechoso.

Desde que se produjo la desaparición de las niñas, la Guardia Civil siempre ha barajado numerosas hipótesis, entre ellas que pudiese haber huido con la ayuda de terceras personas o que los cuerpos pudieran haber sido arrojados desde la lancha y estar en el fondo del mar.

En nuestro país, un total de 41 menores han sido asesinados en España por la violencia de género desde 2013, año en el que se empezaron a contabilizar de forma oficial estos datos. En lo que va de año, el Gobierno cuantifica oficialmente, 3 asesinatos, entre los que se incluye el de Olivia, una de las menores de Tenerife secuestradas por su padre hace más de un mes, y está a la espera de conocer el paradero de su hermana pequeña Ana.

Este caso se añade a una trágica lista de asesinatos de menores y jóvenes que han conmocionado a la opinión pública española. El secuestro y asesinato de Miriam, Toñi y Desirée, movilizó a todo el país y abrió un debate sobre el tratamiento de los medios de comunicación en esta clase de sucesos.

Las víctimas fueron vistas por última vez el 13 de noviembre de 1992, cuando se dirigían a pie desde Alcàsser, donde residían, a una discoteca de la localidad cercana a la que nunca llegaron.

La búsqueda de las jóvenes concluiría el 27 de enero de 1993 cuando dos apicultores localizaron sus cadáveres en un paraje de difícil acceso. Miguel Ricart reconoció la participación en los crímenes y fue condenado a 170 años de cárcel. El principal sospechoso, Antonio Anglés, continúa hoy en paradero desconocido.

Otra desaparición que encogió el corazón de España fue la de Mari Luz Cortés, una pequeña de cinco años.

El 13 de enero de 2008, la pequeña se dirigía a comprar chucherías a un quiosco cercano a su domicilio cuando Santiago del Valle, un vecino, tiró un osito de peluche para captar su atención. Sería el autor material de su asesinato.

Del Valle la trasladó a la ría onubense donde la sumergió. Mari Luz falleció ahogada. Su cuerpo fue encontrado el 7 de marzo en el muelle petrolero del puerto exterior de Huelva.

En la memoria reciente de nuestro país permanece Marta del Castillo. Una joven sevillana que desapareció un 24 de enero de 2009. Salió de su domicilio para verse con unos amigos. Miguel Carcaño, autor confeso de su asesinato, está condenado a 21 años de prisión pero ha cambiado constantemente de versión de los hechos. Además, hay otros detenidos durante las investigaciones como Samuel Benítez, El Cuco o Francisco Javier Delgado.

El cuerpo de la víctima continúa sin aparecer, y sus padres siguen luchando para que se amplíen tanto las investigaciones como las labores pertinentes para esclarecer los hechos.

Los niños Ruth y José, de seis y dos años, fallecieron un 8 de octubre de 2011 y fueron asesinados por su padre, José Bretón. Una historia que escapaba del entendimiento de todo el país.

Bretón les suministró medicamentos para dejarles inconscientes y calcinó sus cuerpos. Después, llamaría a la Policía indicando que los había perdido en un parque.

Según recoge el diario 20 Minutos, se localizaron los restos óseos y José Bretón fue enviado a prisión el 22 de octubre. Fue condenado a 40 años de cárcel, un castigo que se rebajaría a 25 años tras un recurso de la defensa.

En el año 2013 se producía también otra misteriosa desaparición. Asunta Basterra Porto, una pequeña de 12 años de edad, desaparecía del mapa. Esta niña había sido adoptada con solamente un año de edad por el matrimonio formado por Rosario Porto y Alfonso Basterra.

Al día siguiente de la denuncia, se localizaba el cadáver de la pequeña en una finca del municipio de Teo (A Coruña). En noviembre de 2020, la madre de Asunta fue encontrada muerta en su celda de la prisión de Ávila.

Diana Quer, de 18 años, salió de su casa para acudir a una fiesta cercana en Pobla do Carmiñal y jamás regresaría.

Sus padres denunciaron su desaparición y se activó un dispositivo de búsqueda que se extendió hasta 16 meses. Todo acabaría con la detención de José Enrique Abuín, 'El Chicle'.

La investigación esclareción que Abuín había secuestrado a la joven y la asesinó. Escondió el cuerpo en un pozo de agua y fue condenado a prisión permanente revisable.

El pequeño Gabriel Cruz, se perdió un 27 de febrero de 2018 mientras acudía a la casa de su abuela paterna en Almería. Tras dos semanas de intensa búsqueda, la Guardia Civil encontró su cuerpo.

Poco tiempo después se supo que los agentes sospechaban de la pareja del padre del niño, de Ana Julia Quezada. Sospecha que resultó ser cierta y acabaría condenada a prisión permanente revisable.

Un listado que sobrecoge a la memoria de todos los españoles y que mantuvieron en vilo a nuestro país.