El boom que la covid-19 ha traído por la lejía o el jabón
En este último año han aumentado las ventas de varios productos desinfectantes. De media han crecido un 10%. Pero a la vez han caído las de fregasuelos, detergentes y suavizantes.
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El dato lo deja la consultora Nielsen sobre la mesa. En 2020 las ventas de lejías y desinfectantes crecieron un 22% con respecto a 2019. El desconocimiento ante un virus nuevo, la falta de noticias contrastadas y fiables o los bulos que circulaban sin cesar hicieron que hace ahora un año los españoles nos lanzáramos en masa a la limpieza exhaustiva de nuestro hogar. El objetivo era erradicar toda presencia del virus en el mismo. Y ello provocó un aumento sin precedentes en la venta de productos de desinfección. Nos lo ha confirmado a COPE Sergio Talavera, CEO de Lagarto. 'La lejía y el jabón incrementaron sus ventas exponencialmente. En el caso de la primera se duplicaron y eso que al principio era un producto muy escaso porque casi no había ni materia prima para comprar. Está compuesto con hipoclorito sódico y agua y muy pocas empresas en España lo fabrican. Hubo tal demanda a nivel industrial y nacional que los fabricantes no daban abasto. Hasta el Ejército limpiaba con lejía las calles. Hubo una demanda importantísima, especialmente en los meses de marzo, abril y mayo del 2020. Además, el jabón de toda la vida incrementó sus ventas hasta un 50% con respecto a 2019. Todo el mundo estaba como loco buscando soluciones de desinfección, no se sabía qué era lo mejor,... hubo ese boom desproporcionado'.
Algo que corrobora también a COPE Nuria Cardoso. Ella es responsable de Comunicación de la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados. 'Los consumidores desde el primer momento de la pandemia reconocieron el papel clave que los productos de limpieza y de desinfección tienen para la protección de su salud. Eso ha derivado en un aumento de la demanda de entorno al 10% a día de hoy'. Ella ha puesto el foco en un producto que nos era bastante desconocido y sobre el que ha crecido la demanda. 'Los geles hidroalcohólicos es un producto que apareció en nuestras vidas con el principio de la pandemia y hubo un boom al principio. Luego la venta se ha mantenido. Antes no era algo que consumiéramos de una manera habitual'.
LA NORMALIZACIÓN
La situación empezó a normalizarse y ello se notó en que las ventas de este tipo de productos también lo hicieron. Además, no todos crecieron. Los hay que incluso perdieron cuota a raíz del COVID. Talavera nos lo confirma. 'A partir de junio sí que se ha consolidado el crecimiento pero no se ha mantenido ni de lejos en las cifras de primavera. Hemos consolidado un crecimiento de un 30-40%. Pero a la vez ha habido un detrimento en la caída de otros productos de limpieza. Por ejemplo, el fregasuelos -que se sustituyó por lejía-, los suavizantes, el detergente o los quitamanchas. Piensa que una familia de cuatro o cinco miembros que iban a trabajar, al colegio... todo el mundo se vestía para salir y de golpe no se sale y se ponen menos lavadoras. Aquí la caída ha sido tan brusca que ni siquiera ha compensado los incrementos en el consumo de lejía. Las ventas en este caso no se han normalizado a niveles prepandemia'.
¿Han sido de los pocos sectores que se han beneficiado económicamente de la pandemia? La respuesta es No. Es cierto que no están en la delicada situación de la hostelería o el turismo pero nos asegura este director general que sus niveles de exportación se han resentido. 'Las compras en tiendas tradicionales están muy dañadas... al final lo que has ganado por un sitio lo has perdido el doble por el otro. Nuestros niveles de crecimiento iban mejor antes de la pandemia. Exportábamos a 25 países, principalmente a Marruecos, Francia, Portugal, Rumanía, incluso a China, Corea del Sur... De los más importantes para nosotros son los de las zonas del Magreb. Ahora está todo paralizado. Suponían el 25% de nuestra línea de negocio'.
EL FUTURO
Cardoso cree que el interés por una mayor limpieza en el hogar se mantiene. 'Somos más propensos a mantener desinfectadas las manos y las superficies. Posiblemente sea una tendencia que haya llegado para quedarse porque lo hemos interiorizado mucho todos. Al final dependerá de la evolución de la pandemia, de cuando podamos echar la vista atrás y decir que esto ha terminado. Es entonces cuando veremos si va a haber una persistencia a largo plazo. Desde luego, a día de hoy, sí existe esa conciencia de la necesidad de proteger la salud a través de la higiene'.