El caso de Noa: incógnitas y certezas
Los expertos temen que, si España legisla con las propuestas de PSOE o Podemos, también en nuestro país acabe ocurriendo lo mismo
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El caso de Noa Pothoven fallecida desde el domingo con tan solo 17 años tras solicitar una muerte por eutanasia en Holanda que le fue denegada ha reabierto el debate sobre cómo afrontan las sociedades modernas la enfermedad y el sufrimiento y las salidas que ofrecen a las personas más vulnerables.
Así y aunque las circunstancias que rodearon a la muerte de Noa siguen sin estar completamente claras, el hecho de que muriese rodeada de los suyos y en el salón de su casa tras anunciar en redes sociales que su final llegaría como tarde en diez días permite hablar de un suicidio acompañado y quizás de suicidio asistido si se acaba confirmando que algún médico o familiar colaboró con su deseo de poner fin a su vida.
Desde un punto de vista ético, tanto el suicidio, como el suicidio asistido como la eutanasia tienen el mismo objetivo que es acabar con la vida de una persona y según los expertos de bioética consultados por COPE todas son contrarias a la dignidad de la persona. Desde el punto de vista legal propiciar la muerte de una persona por medio de la eutanasia o el suicidio asistido puede además ser punible si no se hace conforme al marco jurídico en aquellos países que lo han desarrollado o en aquellos en los que como en España no está permitido.
En países como Holanda o Bélgica con legislación de eutanasia y de suicidio asistido los limítes de la despenalización y las edades no han cesado de ampliarse con el tiempo. Los expertos temen que si España legisla con las propuestas que el PSOE o Podemos han puesto sobre la mesa también en nuestro país acabe ocurriendo lo mismo. Entraríamos lo que Elena Postigo directora del Instituto de Bioética de la Universidad Francisco de Vitoria denomina “pendiente resbaladiza” que a término puede desembocar en que cualquier persona pueda solicitar asistencia para morir sin tener siquiera que justificar el motivo.
Hoy por hoy en nuestro país tanto la eutanasia como el suicidio asistido están prohibidos por ley y lo que se ha planteado es la posibilidad de despenalizar la eutanasia para mayores de edad y en casos graves e irreveribles de discapacidad o enfermedad física o psíquica pero según recuerda Cesar Nombela éste fue el punto de partida también en Holanda hace casi dos décadas.
Desde entonces en ese país se han ampliado tanto las circunstancias que permiten acceder a una muerte por eutanasia o suicidio asistido como también la edad que ahora incluye a bebés y en niños con permiso de los padres y a adolescentes sin necesidad siquiera de autorización a partir de los 16 años. “No podemos legalizar el causar deliberadamente la muerte a una persona por el motivo que sea, una vez que se acepta el principio de que sí se puede causar la muerte, el camino está abierto para situaciones como la que hoy nos horrorizan” subraya Nombela.
Consideran que hoy por hoy el caso de Noa no sería ni familiar, ni social ni legalmente posible en España donde según Postigo “los padres habrían hecho que esa hija fuera cuidada y alimentada, habrían puesto otros medios”. Sin embargo y según esta doctora en bioética lo que sucede en Holanda puede acabar replicándose en España si “poco a poco vamos despenalizando o legitimando supuestos similares”.