La ciencia desvela la existencia de 'súperabuelos': habilidades propias de personas de 40 años
Un estudio ha demostrado que algunos tienen un cerebro más parecido al de adultos que tienen tres o cuatro décadas menos
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Algunos ancianos se acuerdan perfectamente de la fecha en la que ocurrió un evento importante, la fecha de cumpleaños de sus nietos o hasta el número de teléfono de ese viejo amigo que vivía a cientos de kilómetros de casa. Unos investigadores de la Universidad de Nortwestern de Estados Unidos han investigado el origen de esta curiosa situación.
Los académicos habían observado que había una serie de ancianos cuya capacidad memorística era similar a la de unos adultos que tuvieran entre 30 y 40 años menos. A partir de ahí plantearon una serie de hipótesis y comenzaron sus estudios. Durante diez años, analizaron a personas mayores de 80 años que mostraran estas aptitutes para descubrir que hacía que tuvieran una agudeza cognitiva superior a la media. Además, los investigadores intentaron encontrar con ello un método para protegerse frente al avance de la demencia.
Un cerebro único
Los estudios han demostrado que estos ‘súperancianos’ tienen unas neuronas más grandes de las que suelen tener los individuos de su edad. Además, estas células se muestran más saludables que otros cerebros que han examinado los investigadores. Este tamaño anormal se da en las células responsables de la memoria. Lo que se desconoce es si este tipo de dimensión se debe a un crecimiento o a una disminución de tamaño más lenta que la normal.
El trabajo ha consistido en la realización de una serie de resonancias magnéticas durante la vida de los sujetos observados, todos mayores de 80 años. En este caso, se trataban de seis mayores catalogados como ‘súperancianos’, siete mayores promedio, otros cinco con indicios de Alzheimer y cinco jóvenes que murieron prematuramente sin que la causa fuese una enfermedad cerebral.
Una vez que estas personas murieron, su cerebro fue donado a la ciencia. En ese momento, los investigadores tenían los órganos de estos sujetos y pudieron examinar mediante una autopsia lo mismo que habían visto en las resonancias. El trabajo se centró en la parte del cerebro que controla la memoria, la corteza entorrinal, cerca de la parte trasera de la nariz.
Además, otro hallazgo insólito que han hecho los neurólogos es que este tipo de cerebros tenían un menor número de depósitos anormales de proteínas, una característica propia de las personas que han desarrollado Alzheimer.
Los factores sobre los que se puede actuar para reducir los riesgos de padecer este tipo de enfermedades neurodegenerativas es tener un estilo de vida saludable, entre lo que se incluye dejar de fumar, comer de forma equilibrada y hacer ejercicio.
Un grupo de investigadores del Instituto Politécnico Rensselaer de Nueva York ha descubierto que dormir mal es también un riesgo para generar el Alzhéimer en el futuro, una enfermedad neuroinflamatoria degenerativa. El cuerpo humano se compone de un reloj biológico que le ayuda a funcionar de día y de noche, pero si lo alteramos con un mal descanso, la salud se nos puede ver afectada. Los expertos han detectado que las células inmunitarias del cerebro encargadas de eliminar las proteínas (beta amiloide y tau) que proporciona la enfermedad están controladas por los ritmos circadianos.