Comemos el plástico que tiramos al mar

Sardinas, gambas, mejillones, almejas o chirlas acumulan microplásticos en su tracto digestivo.

Cambio climático.- ONG ambientales piden prohibir más productos plásticos y mayor compromiso contra el cambio climático en 2019

Maribel Sánchez Margallo

Madrid - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Un estudio liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y llevado a cabo en delfines del Mar de Alborán revela la acumulación de compuestos organofosforados en los tejidos de estos mamíferos marinos. La investigadora Ether Eljarrat aclaraba en COPE que “se usan como retardantes de llama y plastificantes, se han encontrado en todos los individuos analizados, tanto en la grasa, como en el músculo, el hígado o el cerebro de los delfines, llegando a concentraciones de hasta 25 microgramos por gramo de grasa”. “Son solo algunos de los 3.000 compuestos químicos que tienen los plásticos y sabemos ya, añadía Eljarrat, que son dañinos para los humanos y también para los animales”.

Usamos mares y océanos como vertedero y diversos informes internacionales alertan incluso sobre la contaminación por los componentes químicos de los plásticos en los alimentos que proceden del mar. Se han detectado estos microplásticos y nanoplásticos en el tracto digestivo del bacalao, sardinas, gambas, mejillones o chirlas y ahora se estudia su repercusión en su consumo por parte de los humanos.

A ellos se unen estudios de la Universidad de Alicante, que demuestran la contaminación plástica en la sal de mesa. Calculan que cada español ingiere al año 510 micropartículas de plástico tan solo por sazonar sus alimentos.

El drama de los plásticos es tal que "en España se venden 50 millones de envases de bebidas cada día, de los cuales 30 millones no se reciclan", según afirma Julio Barea, responsable de la campaña de residuos de Greenpeace. O bien van al vertedero, o se queman o van directamente al medio ambiente. España es, de hecho, el segundo país europeo que más plásticos vierte al Mediterráneo, unas 126 toneladas diarias.

“No obandones más plásticos”

Es el lema de la nueva campaña de la organización ecologista SEO/BirdLife. Su directora ejecutiva, Asunción Ruiz, explica en COPE que “Los plásticos que abandonas pueden acabar en cualquier lugar de la naturaleza. Por ejemplo en tu cuerpo” y asegura que “Estamos ante un grave problema ambiental del que todos somos responsables. La producción de plástico aumenta con unas cifras escalofriantes: se producen anualmente 407 millones de toneladas a nivel mundial”.

Vivimos rodeados de plástico, un material inventado hace 150 años que supuso una revolución por ser resistente, ligero y barato. Polietileno, poliéster, polipropileno o cloruro de polivinilo se usan como materiales de construcción, en nuestros vehículos, en el procesado de alimentos y su embalaje, en teléfonos móviles, en la ropa, en la composición de muchos cosméticos e incluso en los utensilios que usamos para comer.

Salud humana

El impacto de los plásticos en la salud humana está por determinar. Estudios preliminares abalan la presencia de microplásticos en el cuerpo humano. La comunidad científica trabaja en generar conocimiento acerca de cómo puede afectar a nuestro organismo el consumo continuado de estos microplásticos. Cabe destacar que los plásticos frecuentemente contienen aditivos como pigmentos, estabilizadores UV e ignifugantes, aumentando la tipología de sustancias químicas a las que estamos expuestos con la ingesta de plásticos. El bisfenol A (BPA), sustancia utilizada en la producción de algunos plásticos, fue incluida en 2017 en la lista de sustancias candidatas extremadamente preocupantes en la Unión Europea debido a sus efectos potencialmente tóxicos para la capacidad reproductora y potenciales propiedades de alteración endocrina. En diciembre de 2016, la Comisión Europea tomó la decisión de restringir el uso del BPA en el papel térmico en la Unión Europea. Esta prohibición entrará en vigor en 2020.

El reciclaje es un paso en la dirección correcta

Para revertir verdaderamente los efectos negativos del plástico, los expertos dicen a COPE que debemos buscar alternativas en otros recursos renovables que puedan ser garantes de un futuro sostenible. 

Los científicos, los ingenieros y los diseñadores están transformando su enfoque hacia alternativas ecológicas que sean capaces de generar pocos residuos. Encontramos algunos ejemplos en los dientes de calamar, la madera líquida, el aislamiento de algas y los sustitutos de polímeros hechos de almidón de plantas fermentadas como el maíz o las papas.

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