Controlado el incendio de Tarragona tras arrasar más de 10 hectáreas

Los Bomberos de la Generalitat han dado por controlado de madrugada el incendio forestal que se desató anoche en Mont-roig del Camp (Tarragona) y que ha afectado, según datos de los Agente Rurales, una superficie de 10,4 hectáreas.

Un total de 33 dotaciones terrestres de los bomberos han trabajado durante toda la madrugada en este incendio, que obligó a desalojar a los vecinos de la urbanización Les Planes y de algunas fincas aisladas, han informado los bomberos.

Un comunicado informa que rodearon el fuego sobre la 1 de la madrugada, deteniendo su avance, y sobre las 1.54 horas lo han dado por estabilizado y han empezado las tareas de extinción dentro del perímetro.

En total, se han movilizado 33 dotaciones de bomberos, en una zona de complicado acceso, ya que se trataba de un barranco con vegetación densa. En Tarragona han sido muchos los incendios que han desolado este verano, entre ellos los municipios de El Perelló, Tivissa y Constantí.

Los bomberos anunciaban a través de su Twitter oficial que el incendio ya está extinguido.

La reforestación de las zonas afectadas

A pesar de que España es el país de Europa con más efectivos anti incendios, la repoblación de estas zonas que han quedado quemadas es bastante complicada. El paisajista y experto en reforestación, Fernando Pozuelo, contaba en COPE que la recuperación de los ecosistemas depende mucho de la agresividad que hayan tenido las llamas. “Hay incendios en los que la propia naturaleza es capaz de regenerar el ecosistema, todo depende de lo que se pueda destexturizar el terreno. Luego hay otros tipos de incendio que requieren de la acción humana para recuperarlo”.

El primer paso a la hora de reforestar es perimetrar el terreno. Después es necesario analizar las propiedades del suelo, ya que lo más importante es que no pierda los nutrientes. “Cuando hay un incendio, el terreno y el sustrato queda muy destexturizado”, indicaba Pozuelo. “Si hay lluvias se puede lavar mucho y el terreno queda sin nutrientes, por eso hay que actuar para evitar que se lave el suelo.

Para evitar que se vayan esos nutrientes se pueden hacer soluciones de contención y después comenzar a reforestar. Lo más normal y lo más correcto es que se haga atendiendo al ecosistema propio de la zona afectada, es decir, que se planten especies similares a las que había o aquellas que se puedan adaptar bien a las condiciones del lugar.