El dodo o el mamut peludo: Cómo podría afectarnos "desextinguir" algunas especies
Paleontólogos y genetistas quieren traer de nuevo a la vida a estas dos especies que poblaron la tierra hace miles de años, ¿es ético?
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Que los mamuts lanudos movieron sus seis toneladas de peso (6.000 kilos o más por ejemplar), por tierras españolas es una evidencia paleontológica. La última vez que investigadores del Instituto Catalán de Paleoecologia Humana y Evolución Social (IPHES), encontraron nuevos restos es relativamente reciente. Ocurrió en septiembre del año pasado, de 2022, en el yacimiento del Barranc de la Boella en La Canonja, donde ya se habían producido hallazgos de mamut y otros animales de la Edad de Hielo.
En esta ocasión, se han recuperado huesos largos de mamut de hace un millón de años. Restos óseos que van a permitir a los investigadores del IPHES seguir estudiando esta especie que va a contar con un nuevo centro de interpretación Mammuthus.
Será una forma de llegar, de aproximarnos, a las costumbres de los mamuts lanudos, elefantes lanudos o mamuts de la tundra -Mammuthus primigenius-, que vivieron en Eurasia y América del Norte (sobre todo), sin la necesidad de cazarlos como tenían nuestros antepasados los neandertales y el homo sapiens para comer. Antes de extinguirse, habitaron en Siberia y Alaska. En España, sus restos nos cuentan que convivieron con los humanos en Cataluña y la cornisa cantábrica, pero no se quedaron quietos y llegaron hasta Granada, al Valle de Lecrín, a la zona de Padul en donde aparecieron molares allá por 2009.
¿Cómo es posible que estos animales cuyo habitat era el frío, la tundra, la estepa euroasiática se desplazaran tan al sur? Los paleontólogos españoles y del resto del mundo consideran que buscaban el frío seco de esta parte de España.
La fascinación por esta especie, y por las aventuras y desventuras que tuvieron que afrontar con otros animales de aquella Edad de Hielo como el tigre de Tasmania, el de dientes de sable, su viaje paralelo al de nuestros ancestros, es motivo suficiente para que científicos como la paleo bióloga
quiera "resucitar" o "desextinguir" al mamut lanudo.
Entendamos por "desextinguir" (palabra no reconocida por la RAE), el conjunto de técnicas que permiten volver a engendrar a un ejemplar o incluso revivir una especie extinta, ya desaparecida. Técnicas que presentan problemas no solo a nivel científico sino, también, legales y éticos.
La paleogenétista Shapiro, profesora de ecología y biología evolutiva de la Universidad de California Santa Cruz y miembro del consejo asesor científico de Colossal Biosciences, empresa que se ha propuesto "desextinguir" al mamut, también ha decidio que es buen momento para volver a traer a la vida al Dodo.
¿El Dodo? ¿Qué especie era el Dodo? Julian Hume, paleontólogo aviar del Museo de Historia Natural de Londres, especialista en esta ave desgarbada, que medía alrededor de un metro de altura, pesaba entre 15 y 20 kilogramos, y que vivió exclusivamente en la isla Mauricio, le define como "un ave extraordinaria. Desaparecieron rápidamente, cuando la gente quería saber más sobre ellos, no quedaba ninguno”.
¿Cómo se va a "resucitar" a un ave extinta hace 350 años?
La paleogenética Beth Shapiro que afirma en su perfil de Twitter que aún no tiene un mamut (por si alguien sospecha que pueda tener algún ejemplar "resucitado" en casa), admite que traer de nuevo a la vida a un dodo puede ser más fácil que a un mamut.
¿En dónde radicaría la diferencia? En la revista Scientific American, Mikkel Sinding, investigador en paleogenómica de la Universidad de Copenhague, destaca que “el dodo es una buena opción porque el desarrollo del feto ocurre en un corto período de tiempo dentro de un óvulo y no en una madre sustituta, a diferencia de un mamut, que tendría que ser gestado por un elefante durante casi dos años. Sería un poco más fácil trabajar con un polluelo que con un cachorro de tilacino”.
De momento, Beth Shapiro y su equipo trabajan en un proceso que consiste en extraer células germinales primordiales aviares (PGC) de huevos de aves, palomas, sobre todo, que son las aves más parecidas a los dodos. "La versión final de dodo surgirá de una paloma que ha sido diseñada para tener el tamaño de un dodo. Entonces el tamaño de los huevos será consistente”, explica la paleontóloga experta en genética que subraya que "la primera etapa de la edición del genoma es más difícil con las aves, pero la siguiente etapa debería ser más fácil porque todo ocurre dentro de un huevo". Con los mamíferos, los científicos no saben cómo interactuará el embrión modificado de una especie extinta con el entorno intrauterino de la especie huésped.
Pero en todo este proceso no se puede olvidar que también habría que recuperar el habitat en el que vivían los dodos, que precisamente se extinguieron por los cambios que sufrió su entorno vital.
¿Es ético "desextinguir" una especie animal?
El divulgador científico y colaborador de la Cadena COPE, Jorge Alcalde, entiende que "es una propuesta muy ambiciosa utilizando la técnica CRISPR -un corta pega genético, cortar un trocito de ADN de un ser vivo e introducirle otro trocito de ADN reparado o modificado y de algún modo conseguir que especies muy cercanas, por ejemplo al mamut, los grandes elefantes, pudiesen engendrar en un futuro, un mamut puro, con el ADN rescatado de restos encontrados en excavaciones. Es difícil que lo puedan conseguir en cuatro años. Lo que se quiere es descubrir si se podría reintroducir especies que están extinguidas, lo que llaman desextinguir. Hay muchas dudas al respecto. Reintroducir el mamut en el ecosistema actual a gran escala sería un error", decía en La Tarde.
Mikkel Sinding, investigador en paleogenómica de la Universidad de Copenhague, se atreve a plantear si estamos ante una cuestión ética ante la desextinción del dodo y se pregunta si "el dinero está bien gastado o si deberíamos gastar ese dinero tratando de preservar algunas otras palomas vivas que están casi extintas”.
Por su parte, Julian Hume, experto en el dodo, apuesta por invertir la gran suma de dinero que va a costar esta investigación en proteger a las aproximadamente 400 especies de aves, y muchos otros animales y plantas, que están catalogados como en peligro de extinción.
"Hay tantas cosas que necesitan desesperadamente nuestra ayuda. Y dinero. ¿Por qué te molestarías en tratar de salvar algo que se fue hace mucho tiempo, cuando hay tantas cosas que están desesperadas en este momento?", se pregunta el paleontólogo.
Siempre nos quedará la literatura y el cine
El dodo es un animal simbólico e intrigante. Vivió en la isla Mauricio hasta mediados del siglo XVII y se extinguió por culpa del hombre que llegó a esta isla del Índico acompañado de especies como monos, cerdos o ratas que se convirtieron en depredadores para esta ave desgarbada que no tenía miedo a mezclarse con los humanos. No necesitaban volar porque comían de lo que encontraban en el suelo o la fruta de los árboles a su altura que estaba entre 70 centímetros y un metro y su única arma de defensa era su enorme y fuerte pico.
Producía un sonido parecido al arrullo que emiten las palomas y ser reproducía mediante huevos. Llegaron a Mauricio procedentes del sudeste asiático cuando bajó el nivel del mar y allí se quedaron cuando el agua de los océanos volvió a subir.
Su nombre es toda una incógnita aunque quien se lo puso podría haberse apoyado en el arrullo que emitían. Aunque nos han llegado muchos dibujos que lo muestran gordo y torpe, Hume cree que era mucho más ágil de lo que sugieren las ilustraciones y muy listo. Cometió un error: fiarse del hombre.
En 'Alicia en el país de las maravillas', Lewis Carroll hace de un dodo, uno de sus personajes clave en el capítulo tercero ya que sentía por este animal atracción e interés desde que descubriera la cabeza disecada que se conserva en el Oxford University Museum of Natural History. La carrera loca y el veredicto de Dodo ("todos ganan"), en la obra maestra de Carroll, mantienen viva la memoria de esta especie.
J.K. Rowling nos lo presenta en 'Animales fantásticos' como una especie mítica con una habilidad increíble: desaparecer en un estallido de plumas y aparecer en cualquier otro lugar, porque aunque creemos que se extinguió, no es así.
En el cine podemos encontrar al dodo y al mamut juntos, ¿coincidieron en la Edad de Hielo?
Las dudas sobre su plumaje -nos han llegado hasta nuestros días dibujos de dodos con las plumas todas negras, otros con el plumaje blanco e incluso algunas ilustraciones con colores semejantes al pavo real-, se debe, sin duda, a que tenían un ciclo de muda. El plumaje colorido podría corresponder a los que ya habían completado el ciclo.
La resurrección del dodo es un futurible, pero no descartable. Quizá, en ese momento, podríamos ver que no eran nada torpes, sino listos como las actuales palomas, sus parientes más cercanos que son capaces de contar hasta 9, que sepamos, y pueden recordar y reconocer rostros humanos.