Las ucranianas en España tras un año de guerra, en la encrucijada de quedarse o marcharse

Más de 105.500 mujeres han buscado refugio en nuestro país tras la invasión rusa el pasado 24 de febrero de 2022

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Información de Carmen Labayen

Carmen Labayen

Publicado el - Actualizado

4 min lectura

Más de 7 millones de mujeres ucranianas se han refugiado en toda Europa desde que Rusia invadió su país el 24 de febrero de 2022. En su propio territorio son casi 5 millones y medio las que viven desplazadas con sus hijos. Aquí en España más de 105.500 mujeres tratan como Yelizaveta o Vira de rehacer sus vidas. Un año después sigue la incertidumbre y muchas están en la encrucijada de quedarse o marcharse de nuestro país.

Quienes abandonaron las zonas del país más castigadas por las bombas se encuentran con que ha pasado ya más de un año y que lo que iba a ser una situación temporal puede alargarse mucho más de lo previsto. En este tiempo y según explica a COPE Vira Shevchenko de 37 años han tenido que reinventarse en otros lugares tanto dentro de Ucrania como mayoritariamente en el resto de Europa para tratar de salir adelante.

“En Ucrania las mujeres que se han quedado están ahora sin luz ni calefacción cuidando a los niños y trabajando. Las ucranianas que dejaron su casa están obligadas a empezar su vida de cero, tanto en Ucrania como en los países en los que han buscado refugio. Imposible planificar el futuro cuando no se sabe lo que va a ocurrir mañana. Tengo contactos con mis amigas y con mi familia y a las mujeres que están en ucrania lo que más les preocupa es la seguridad de sus familiares, la vida es lo más importante que tenemos” señala Vira.

Para esta joven madre que llegó con sus dos hijas de 7 y 14 años en mayo y que vive en Alicante adaptarse ha sido difícil “sobre todo por el idioma pero también encontrar un piso para alquilar, matricular a las niñas en el colegio y en el instituto, rellenar los documentos, ir al médico”.

Considera que la integración está siendo más fácil para sus hijas, que ya tienen amigos, que para ella que aún no ha encontrado un trabajo y ayuda como voluntaria con la Asociación Amigos de Ucrania y con la Policía para ayudar a otros ucranianos a rellenar la documentación y darles la información que necesitan: “antes de la guerra tenía otra vida, echo de menos esa vida, esa normalidad de cuando tenía trabajo y no había dolor, ahora la situación es muy distinta, muy difícil, no sé qué hacer”.

Vivir con miedo

Vira habla a diario con su madre Ghalina de 63 años y que según explica necesita sobre todo apoyo emocional porque “tiene miedo”, un miedo que lo inunda todo, subraya, y que se concreta cuando lo peor sucede y una familia pierde a un hijo, un padre o un hermano.

De Ucrania Yelisabeta salió de forma precipitada el 12 de marzo de 2022 junto a su hijo de 13 años. Ahora viven a más de 4.000 kilómetros de Odesa, su ciudad natal, en nuestro país. Desde Jerez donde han obtenido la protección temporal habla varias veces al día con su madre mientras trata de encontrar un trabajo tras completar varias prácticas en diferentes empresas en los meses que ha pasado aquí.

“Ha sido un año bastante difícil, sobre todo emocionalmente por la guerra, mi alma está en Ucrania con mi madre y yo físicamente estoy aquí. Ella necesita todo tipo de apoyo emocional y por eso estamos en contacto por teléfono y con videollamadas, le envío cosas pero lo que más necesita es apoyo emocional porque ella allí está trabajando y lo económico no es el problema” subraya Yelisabeta.

Por las conversaciones que mantiene con ella y con otras personas de su familia y amigos los que se han quedado en Ucrania “están mal porque todo es una incertidumbre constante”. Las que como ella se han marchado, constata, están mejor.

Un futuro en España

De hecho Yelisabeta quiere quedarse en España: “es aquí donde quiero construir mi vida. Voy a encontrar un trabajo y rehacer mi vida y traerme aquí a mis padres”. Una decisión que no comparte su hijo que aún confía en que puedan volver este mismo verano a su país “está muy frustrado por no poder volver a Ucrania y no entiende porque otros están volviendo y no nosotros”.

Yelisabeta ha contado en estos últimos meses con el apoyo de Cáritas y de Accem pero como Vira aún no tiene trabajo. Erika Frontela , responsable del programa de Empleo AccemARIADNA admite que convalidar los títulos está siendo muy difícil. Vira es economista y era profesora en Ucrania. Yelisabeta es politóloga y trabajaba en el sector turístico.

“Son personas muy exigentes consigo misma y tienen muy claro que hasta que no manejan el idioma es casi imposible la inserción laboral. Hay 3 perfiles diferenciados en las mujeres a las que ayudamos, las que no tienen tantos vínculos en su país y se quieren quedar, las que tienen a familiares combatiendo en el frente y que quieren volver en cuanto sea posible y las que querían volver pero han tomado la decisión de quedarse para conseguir la reagrupación familiar. Para las que quieren vivir en España la integración es obviamente más fácil”, señala Frontela.

Hasta el 21 de febrero , la Oficina de Asilo y Refugio del Ministerio del Interior y la Policía Nacional habían concedido un total de 168.131 protecciones, el 63 por ciento a mujeres y el 33 por ciento a menores de 18 años.

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