Medio millón de estudiantes entre 14 y 18 años han tenido dificultades para seguir la enseñanza online

El nivel económico y la clase social y el centro de estudios han sido determinantes

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Sefi García

Publicado el - Actualizado

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Según un estudio realizado por la FAD y el BBVA, aunque la mayoría de los estudiantes, algo más del 75%, siguió los estudios online sin grandes problemas, y tres de cada 10 lo han hecho sin ningún problema, un alto porcentaje, superior al 20% reconoce que lo hizo con muchas dificultades o que les fue imposible. Los alumnos más vulnerables han seguido la educación on line a través de teléfonos móviles (el 19,1%), aunque la mayoría, 4 de cada 10, siguieron las clases a través de un ordenador portátil.

Entre los alumnos de colegios públicos se usa en mayor medida el smartphone para seguir las clases online en casa (21,4%, por 13,1% en los colegios privados o concertados), y entre quienes estudian en concertados/privados se emplea más el ordenador de sobremesa (23,8%, frente a un 17,9% entre quienes estudian en centros públicos). Quienes sufren carencias materiales severas usan menos los ordenadores (ya sean de sobremesa o portátiles), pero más los smartphones (26,6%, por el 13,8% de jóvenes sin carencias materiales). Además, entre los y las jóvenes de clases bajas se siguen menos las clases online desde ordenadores de sobremesa (11,5%, ocho puntos menos que la media), y bastante más desde Para seguir las clases online, el dispositivo más utilizado, con diferencia, es el ordenador portátil 54 smartphones (28,8%, diez por encima de la media). En clase media se usa más el ordenador portátil (44,3%).

La investigación “experiencias y percepciones juveniles sobre la adaptación digital de la escuela en pandemia” ha constatado que 1 de cada 4 chavales ha tenido problemas con el uso de internet o de los dispositivos a lo largo del curso, de ellos, casi el 23% no pidió ayuda a nadie, y de ellos, casi la mitad (el 46%) buscó información en internet. Se confirma así una tendencia autodidacta en la capacitación tecnológica: el tutorial como fuente de resolución de problemas y la estrategia prueba/error como estrategia formativa.

En cuanto al entorno, el 80,9% de los chavales, se consideran mucho o algo más capacitados para el, mundo digital que sus padres, más de la mitad (el 53,8%) aseguran que lo son mucho más, y el 74% afirma lo mismo con respecto a sus profesores.

Por cierto, las chicas tienen menos confianza en sus habilidades y se les han hecho más cuesta arriba los cambios.

La FAD y el BBVA también han preguntado a estos estudiantes de ESO, Bachillerato y Formación profesional sobre las ventajas e inconvenientes de la formación on line. Entre las dificultades destaca el esfuerzo extra que supone enfrentarse a la educación online (en términos de constancia y dedicación), cuestiones que también se pudieron escuchar en los grupos realizados. En una escala 0-10, donde 0 significa “nada de acuerdo” y 10 “totalmente de acuerdo”, existe un grado de acuerdo alto con afirmaciones como “seguir las clases online requiere de más constancia” (7,18), “con la educación online estamos mucho más sobrecargados/as de tareas” (6,79) o con que “el ritmo de las clases online es más lento que el presencial” (6,76). Algo menos de acuerdo suscita la afirmación sobre la flexibilidad: “con la educación online tengo más libertad para hacer las tareas a mi ritmo” (6,14). Y en el último lugar de las ideas propuestas (aún así con más nivel de acuerdo que de desacuerdo: 5,95) estaría que “el método de evaluación online es más injusto”.

En cuanto a las ventajas, los estudiantes han destacado la comodidad (47,7%), la capacidad para organizar el tiempo como quieras (39,4%), y la posibilidad de evitar desplazamientos innecesarios (38,5%). Las principales dificultades que se señalan son los cortes o lentitud de la conexión (un 30,4% lo experimenta “constantemente o con frecuencia” y el 35% “a veces”).

También se han interesado por cómo les gustaría que fuese la educación en el futuro. Los chavales optan por un modelo mixto, on line y presencial, aunque se ha doblado el porcentaje (hasta el 8,3%) la opinión de que la enseñanza telemática no sirve para nada, especialmente, señalan, entre los jóvenes de clases vulnerables. Eso sí, todos reclaman más formación en TICs, porque, explican, los profesores les consideran muy diestros en el manejo, pero ellos se sienten muy vulnerables.

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