La nueva Ley de Dependencia no resuelve el problema esencial de los afectados: "No se debe jugar con la angustia"
Sefi García revela las claves de la reforma que se aprueba este martes en el Consejo de Ministros y José Manuel Ramírez, portavoz del sector, señala por qué solo generará frustración

Sefi García detalla cómo va a quedar la Ley de Dependencia tras su reforma
Madrid - Publicado el
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Este martes, el Consejo de Ministros aprobará una nueva reforma de la Ley de Dependencia, cuyo objetivo es avanzar en los derechos de los dependientes y sus cuidadores. Sin embargo, a pesar de las buenas intenciones de la propuesta, expertos del sector consideran que no se alcanzarán los objetivos fundamentales de la ley, y que esta reforma podría generar más frustración que soluciones.
Sefi García desveló las claves de la reforma destacando que, tras 18 años desde la implantación de la Ley de Dependencia, aún no se han cumplido ni siquiera los objetivos más modestos. A pesar de las promesas de mejora, la realidad de la ayuda domiciliaria para los dependientes sigue siendo precaria. La propuesta establece que la atención domiciliaria será de una hora diaria para los dependientes y de dos para los grandes dependientes, una cantidad que no parece suficiente teniendo en cuenta la necesidad de estos ciudadanos.
Además, solo cuatro de cada diez dependientes tienen acceso al servicio de teleasistencia, un recurso fundamental para garantizar la seguridad y autonomía de las personas en situación de dependencia. Con el presupuesto congelado desde el año pasado, la reforma parece más una formalidad que una verdadera solución, consolidando derechos "de papel" que no se corresponden con la realidad de quienes más lo necesitan.

Dependencia
José Manuel Ramírez, portavoz del sector de la dependencia, subrayó que la reforma solo aumentará las expectativas sin proporcionar una solución real a los problemas de los afectados. Ramírez hizo hincapié en que "obras son amores y no buenas razones", dejando claro que las promesas de la reforma no van acompañadas de medidas prácticas que puedan mejorar la calidad de vida de los dependientes y sus familias.
La nueva Ley de Dependencia
"No se debe jugar con la angustia y con las expectativas de personas que necesitan cuidados para las actividades básicas de la vida diaria y tampoco con la de los cuidadores, o mejor dicho, las cuidadoras", subrayó Ramírez, quien alerta del riesgo de que los avances legislativos sean solo cosméticos y no logren aliviar de manera efectiva la carga de los dependientes y sus seres queridos.
Uno de los datos más preocupantes es la cifra de 270.000 dependientes que aún esperan en listas de espera, sin acceso a los servicios adecuados. Según Sefi García, para poder atender a esta gran cantidad de personas y mejorar los servicios actuales, se necesitarían al menos 2.000 millones de euros, una cifra que, de momento, no parece estar en el horizonte del Gobierno.
En conclusión, aunque la reforma de la Ley de Dependencia se presenta como un avance hacia la mejora de los derechos de los dependientes, los expertos del sector temen que este nuevo enfoque no sea más que un parche que no aborda el problema esencial: la falta de recursos y de atención real a quienes más lo necesitan.

Dependencia
Mientras no se pongan sobre la mesa medidas concretas y se destinen los recursos necesarios, la reforma solo generará frustración y desilusión entre los afectados y sus familias. No se trata solo de prometer, sino de hacer.