Ómicron y la obligación de llevar las mascarillas por la calle, vuelve a disparar su demanda

Alberto Miralles trabaja en una empresa familiar de Muro de Alcoy, en Alicante que, desde mayo 2020, está produciendo Meltblown. Se trata de una materia prima para los filtros de las mascarillas que tiene una efectividad del 99%.

A ellos, “la demanda del Meltblown para las mascarillas quirúrgicas les ha aumentado un 100% desde hace dos meses y para las FPP2 hasta un 350”.

NonWovens Ibérica es de las pocas compañías en nuestro país dedicada, ahora mismo, a esto. Con una producción de Meltblown de 100 toneladas al mes. O lo que es lo mismo, material para más de un billón de mascarillas al año. Necesario para no depender de mercados extranjeros como el asiático que, ahora mismo, no salen rentables.

En este caso, porque los precios de los contenedores están disparados y, además, los tiempos para importar producto son muy elevados.

Aun así, gracias a empresas estratégicas como esta, nuestro mercado está abastecido, ahora mismo, y mejor preparado, según Alberto Miralles, por si se presentan futuras pandemias.