El óxido nitroso: la última droga de Ibiza
Lo llaman el gas de la risa por los síntomas que produce, cada vez es más popular en España y, aunque su consumo es legal, puede conllevar problemas a largo plazo
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Ibiza ya no es el lugar de las drogas sintéticas. Ahora, los jóvenes, sobre todo los británicos, consumen una sustancia que deja en el entorno un rastro parecido al de una fiesta infantil de cumpleaños: el óxido nitroso, el gas de la risa. Lo toman aspirando globos. Los amaneceres tan famosos en la isla surgen plagados de un rastro de estos materiales de colores tirados por los suelos de playas y calitas donde los jóvenes se reúnen para contemplar la salida del Sol antes de acabar la noche de fiesta... o continuarla en algún after.
Los vendedores ambulantes que abundan por las zonas de fiesta de la isla balear durante estos meses de verano rellenan el globo de esta sustancia con un sifón. Lo venden por unos 3 euros y a través de ese mismo objeto, se inhala el óxido nitroso. La sensación es instantánea y, quien lo ha probado, dice que se experimenta euforia acompañada de una carcajada que apenas llega a los 30 segundos.
El gas de la risa es consumida, sobre todo, por británicos. En ese país es la droga más consumida, solo superada por el cannabis. Según la presidenta de la Fundación Española de Toxicología, Ana Ferrer, su uso prolongado puede causar "problemas de salud" porque es una sustancia "tóxica", aunque su consumo es legal, aunque no su venta.
“Lo que realmente produce es una depresión del sistema nervioso que acompañado de respirar otro gas que no sea oxígeno puede llegar producir asfixia”, aseguraba Ferrer en 'Herrera en COPE' el verano pasado, cuando el óxido nitroso ya era una realidad, no solo en Ibiza, sino en varios puntos de España.
Este gas se utiliza en otros ámbitos, como en la automoción para potenciar el motor de los coches, en hostelería, para hacer crema de repostería, o en la medicina, como analgésico y anestésico ocasional.