El aviso que pueden darte las pesadillas sobre tu estado de salud

Hay algunas señales que pueden indicar algún trastorno o problema de salud y te ayudamos a identificarlas con un especialista

Un niño con miedo por una pesadilla

Pilar Abad

Publicado el - Actualizado

6 min lectura

Hablar de sueños nunca es fácil. Siempre intentamos buscar alguna interpretación de aquello que hemos recordado mientras dormíamos, por el mero de hecho de tener una tranquilidad a lo que nos imaginamos que pueda ser.

Pero si hablamos de pesadillas, es mucho más difícil porque más allá de interpretaciones, si atendemos a algunos aspectos, pueden estar diciéndonos algo sobre nuestro estado de salud.

Para resolver todas nuestras dudas, en COPE.es hablamos con Alex Ferré, médico especialista del sueño, que nos da las claves para determinar qué es lo que debemos hacer y cuándo debemos preocuparnos.

¿Qué es una pesadilla?

Antes de meternos en materia, debemos saber qué es una pesadilla y cómo trabaja nuestro cerebro a la hora de dormir. “Las pesadillas son una parasomnia que se originan en el sueño el sueño REM. Parasomnia significa aquello que acontece durante el sueño, un fenómeno externo o interno nuestro, de forma involuntaria, y que nos pueden generar una disrupción del sueño”, nos explica Ferré.

Lo que caracteriza a las pesadillas es que “son un fenómeno en el que la persona tiene un sueño, que puede ser muy angustioso, de terror, de miedo, estresante; en el cual le puede acabar despertando y la persona pues acaba recordando ese contenido del sueño que le genera mucha ansiedad y ese despertar siempre va acompañado de una descarga autonómica con sudoración, palpitaciones, angustia, miedo, etc. Y esto es lo que define a una pesadilla”.

Tenemos que tener en cuenta que cuando dormimos “el sueño se subdivide en diferentes fases: estamos despiertos, entramos en la fase1; fase 2 y una fase 3 y a partir ya pasamos a un REM. El sueño 1, 2 y 3 es lo que llamamos fase de sueño no REM y el sueño REM, es el sueño REM”, añade Ferré indicando que “, las parasomnias pueden pasar en el sueño, tanto la fase no REM como en la fase REM”.

Un hombre asustado por una pesadilla

Un hombre asustado por una pesadilla

Lo que dicen las pesadillas sobre nuestro estado de salud

El doctor asegura que la aparición de pesadillas puede ser determinante para detectar algún tipo de trastorno, aunque asegura que hay interpretar muy bien el tipo de sueños que tiene la persona para poder trabajar en ello.

Por eso, como concreta Alex, es crucial conocer qué sueña esa persona “ya sea sueños angustiosos, sueños anómalos o pesadillas para descartar otras cosas que podrían sugerir una enfermedad o mórbida o secundaria”. Aunque, para no ser alarmista, recuerda Ferré que “no olvidemos, que las causas más frecuentes son las más frecuentes y la más recurrente es aquella que conocemos como pesadilla típica, que normalmente va asociada a estrés, a fases de agitación nerviosa, de estrés postraumático que haya pasado un acontecimiento importante...”.

Así, uno de los aspectos que debemos tener en cuenta a la hora de hablar de trastornos del sueño es “el momento en el que aparecen, la frecuencia y la intensidad”. Hace hincapié Ferré en el número de pesadillas que podamos tener a lo largo de una semana, por ejemplo; o las que podamos tener en una noche porque “eso hace que se vaya incrementando y aumentando la disrupción del sueño y ello puede tener repercusiones el día después como bajo rendimiento, alteración de la concentración, del estado de ánimo, del carácter, el humor…

Afirma también que a la aparición de una pesadilla “siempre irá asociada una causa”. Y enumera como posibles causas “determinadas enfermedades como las neurológicas ya sea el Parkinson, las demencias o el ictus; algunos medicamentos que las facilitan o comer mucho por la noche”, que facilitan la aparición de pesadillas.

Y, hemos de estar atentos al “trastorno de conducta del sueño REM” donde, como especifica el especialista “algunas personas tienen sueños angustiosos, de peleas, de discusiones, de persecuciones….”. En este caso, explica que “la persona tiene una alteración en el tronco cerebral, donde se produce el sueño REM, que genera esta disrupción y provoca que estos sueños que suelen ser de este contenido violento, de persecución, de pelea… que la inhibición que tenía que tener en el sueño REM desaparece. Porque cuando dormimos en sueño REM, los únicos músculos que trabajan son los ojos y el diafragma, que es lo que nos permite respirar. El resto de músculos, dejan de funcionar”.

Sin embargo, lo que ocurre con este tipo de sueños es que, además “la persona se mueve. Por ejemplo, si sueña que está corriendo, mueve las piernas en la cama”, estas son las denominadas “pesadillas asociadas a actividad motora” que como advierte el especialista “importante detectarlo y consultarlo porque es un signo precursor de enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson o la atrofia multisistémica”. Y, ofrece como dato relevante de una investigación científica que “esa persona, en un 70-80% tiene probabilidad de padeces una enfermedad neurodegenerativa”.

Por eso, Alex Ferré aconseja que si tenemos pesadillas “dos o tres veces a la semana, habría que consultar al médico, y más si por ejemplo siempre he dormido bien y de repente llevo tres meses teniendo pesadillas de forma semanal cada dos-tres veces a la sema”.

Una mujer se despierta por una pesadilla

Una mujer se despierta por una pesadilla (Agencias)

¿Por qué si recordamos las pesadillas y no los sueños?

Cuando hablamos de sueños y pesadillas, muchas veces nos hacemos esta pregunta ¿por qué sí que recordamos las pesadillas y no lo sueños? ¿Es que no soñamos?

En primer lugar, el especialista Ferré deja claro que “todos soñamos, luego está si lo recordamos o no lo recordamos, no hay que darle mucha importancia. Si sueñas y no es angustioso, ni estresante ni con pesadilla, no es malo”.

Y, como nos explica el especialista en medicina del sueño “siempre decimos que soñamos en el sueño REM (recordamos que tenemos el sueño no REM y el sueño Rem). El sueño no REM es una restauración más física; así que mientras dormimos en esa fase, el cuerpo aprovecha para arreglar y restaurar toda la parte más muscular de la circulación, etc; y en el sueño REM es donde se dedica más a restaurar, a trabajar, a memorizar y a consolidar la memoria y la parte cerebral; es un sueño muy cerebral q que en esta fase del sueño se consume incluso más azúcar que cuando estamos despiertos, o sea que trabaja mucho”.

Una vez definidas y aclaradas estas fases del sueño, nos cuenta Álex que “normalmente cuando se sueña mucho en el sueño REM y te despiertas en sueño REM, es cuando lo sueles rememorar”, aunque también especifica que “se puede soñar en las fases de sueño lento profundo, pero esos sueños -a veces-, aparte que tienen diferentes contenidos se recuerdan menos”.

La clave en saber la razón por la que recordamos unos u otros está en los ciclos, que es “cuando se repite la fase 1, 2, 3 y un REM”. Así, durante la noche como nos detalla Ferré “se repite tres cuatro veces; a medida que pasa la noche se pierde la fase 3 y se gana el sueño REM, por eso tenemos muchas posibilidades de levantarnos en sueño REM, que ya nos está preparando para la vigilia.

Y es por eso que tenemos más sensación de, a veces, recordar el sueño. Si esto es así, considera el médico que es “un signo de buena calidad de sueño, de que la persona como está ya haciendo bastante REM, le ha dado tiempo a hacer todos los ciclos. Es un sueño como más superficial, que te permite recordar más que la mayoría de las personas que van privadas de sueño y cansados y sin poder haber hecho todos los ciclos”.

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