¿Qué relación guarda el dolor de estómago con el estrés y los nervios?

Más de una vez los nervios o estrés hacen pasar malos momentos, y en muchos casos esto se trasmite en un malestar en la boca del estómago. Un sensación incómoda que, en ocasiones, está acompañada de otras molestias como dolor en el pecho, falta de apetito o incluso tener un hambre compulsivo. Según la doctora en Bioquímica, Biología Molecular y Biomedicina e investigadora en el sistema nervioso del aparato digestivo en la Leuven University de Bélgica, Marina Fortea Guillamón, todo esto tiene su clave en en el sistema nervioso ya que "todo el cuerpo está conectado", pero sobre todo el denominado eje 'cerebro-intestino', que además es bidireccional.

Se ha demostrado que ciertos estados de ansiedad o traumas en la vida de la persona provocan una respuesta patológica en el sistema intestinal, y esto ha ocasionado en muchas ocasiones que se desarrollen una serie de enfermedades digestivas funcionales como el síndrome del intestino irritable. A su vez, es de reseñar que han existido casos en los que sucede el camino contrario: enfermedades o desequilibrios intestinales que provocan alteraciones mentales.

Qué sensaciones y por qué puede suceder

Según la web de los Laboratorios Niam, cuando se tiene ansiedad o estrés en el aparato digestivo, se produce una hormona, denominada cortisol, de la que "el estómago se defiende aumentando el nivel de acidez, o a través de movimientos innecesarios que llegan a producir malestar e incomodidad". Cuando los nervios se muestran en el estómago por ansiedad provoca dolores, retortijones o pinchazos en la zona.

El dolor que tiene lugar en la boca del estómago puede ser punzante y altamente molesto, provocando un malestar general que es complicado hacer desaparecer. Entre las razones que explican que sucedan estos cambios son estados de alteraciones emocionales causados por preocupaciones, inquietudes o nervios, y todo procede de nuestros pensamientos y de la manera que se tiene de afrontar las situaciones o los problemas. Estos problemas incluso pueden llegar a afectarnos físicamente a través del proceso denominado somatización, que es la capacidad de convertir síntomas o trastornos psicológicos en síntomas orgánicos y funcionales.

Remedios para aliviar malestar

La psicóloga Davinia Soler recomienda, para aliviar el malestar, un tratamiento psicólogo y gastroenterólogo. La psicóloga asegura que se ha constatado que la terapia psicológica tiene "altos efectos positivos sobre la evolución de los problemas gastrointestinales funcionales asociados al estrés y al malestar emocional". A su vez añade que con "una intervención terapéutica y una evaluación completa siguiendo un procedimiento cognitivo-conductual el paciente será capaz" no solo de reducir los síntomas sino mejorar la forma de afrontar situaciones de estrés, y así mejorar su calidad de vida.

Por otro lado, la Licenciada en Psicología por la Universidad de Valencia y personal de la Unidad de Salud Mental del Hospital Clínico Universitario de Valencia, Isabel Rovira Salvador, expone en la web 'Psicología y Mente' "varias pautas para aliviar" este tipo de malestar: intentar controlar la ansiedad, evitar el estrés del día a día, realizar ejercicios de relajación en ambientes calmados con respiraciones pausadas y profundas, controlar qué comemos ya que alimentos altamente calóricos, el exceso de carbohidratos y alimentos o bebidas estimulantes pueden agravar el estado de malestar; además de realizar actividades placenteras como la pintura manualidades y lectura, y tomar bebidas e infusiones relajantes como manzanilla o pasiflora.