¿Tiene que ver la raza del perro con su agresividad y su comportamiento?
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El pasado viernes 29 de abril fallecía en Nules, Castellón, un joven de 26 años tras ser atacado por su propio perro, un pitbull de cinco años, una raza potencialmente peligrosa.
Al parecer los hechos ocurrieron esa noche en el domicilio cuando el can, por causas que todavía se desconocen, empezó a atacar a su dueño hasta provocarle su muerte. Un hecho insólito ya que, hasta el momento, ha habido casos de perros que han atacado a sus dueños pero no de provocar su muerte.
En estos momentos continúa abierta la investigación a la espera de la autopsia, para determinar las causas de la muerte y decidir si se sacrifica o no al pitbull que se encuentra en cuarentena en un centro de cuidad de animales de Vinaròs bajo custodia del Ayuntamiento de Nules.
Los pitbull son perros de una raza considerada potencialmente peligrosos como recoge la Ley de Perros Potencialmente Peligrosos (Ley 50/1999) que todavía está en vigor una vez el Gobierno dé luz verde a la Ley de Bienestar Animal (que ya ha sido aprobada) y que elimina la lista de perros potencialmente peligrosos "sin perjuicio de que, reglamentariamente, se establezcan las condiciones en que deberían manejarse, previa realización de un estudio de sociabilidad".
Entre las consideraciones recogidas en la Ley 50/19919 para considerar a un perro como potencialmente peligroso encontramos: fuerte musculatura, marcado carácter, cabeza voluminosa, boca robusta, ancha y profunda y cuello ancho…. Además, exige la obligatoriedad de obtener una licencia administrativa que acredite que posee las aptitudes psicológicas necesarias para la tenencia de estos animales y un seguro de responsabilidad civil.
Lista de razas incluidas en la Ley de Perros Potencialmente Peligrosos:
Tras lo sucedido son muchas las preguntas que nos hacemos: ¿determina la raza de un perro su agresividad?, ¿qué importante es la educación de un can?, ¿qué ha podido pasar para que este pitbull llegara a matar a su propio dueño?, ¿qué debemos hacer cuando observamos en nuestro perro comportamientos anómalos?... A todas esas preguntas damos respuestas en COPE.es con el veterinario José Luis Blázquez de la clínica Openvet.
¿DEBEMOS ASOCIAR LA RAZA DE UN PERRO A SU AGRESIVIDAD?
Una vez que ya sabemos que la Ley de Perros Potencialmente Peligrosos recoge un total de 8 razas peligrosas, entre las que se encuentra el que mató a su dueño, hemos de establecer si realmente ese concepto debemos unirlo a la raza o no. En este aspecto, el veterinario es claro “no”.
Según dice José Luis “el concepto de razas peligrosas lo tenemos que borrar y adoptar el concepto de perros potencialmente peligrosos, que parece un poco más correcto”. Argumenta el veterinario que “realmente no es que sea una raza concreta la que es peligrosa sino que hay determinados perros con características físicas que los pueden hacer potencialmente peligrosos, quiere decir que son perros con una fortaleza y con una potencia de mandíbula y con una fuerza de mordida suficiente como para llegar a causar la muerte de una persona”.
Para entenderlo, Blázquez pone como ejemplo que “nos podemos encontrar perros como un mastín que tiene un aspecto muy pacífico y que parece un animal súper tranquilo pero tiene un tamaño y una potencia de mandíbula que si ataca una persona es capaz de matarla y no sería considerado como raza peligrosa”. Y por eso incide “cambiemos el concepto de raza por el de perros potencialmente peligrosos”
¿QUÉ ES UN PERRO POTENCIALMENTE PELIGROSO?
Una vez establecidos los conceptos, no cabe duda que “dentro de este ámbito, evidentemente la raza que produjo este ataque sí cumple las características de perros potencialmente peligrosos”, asegura el veterinario.
Para José Luis potencialmente peligroso “quiere decir que tienen posibilidad de hacer daño pero que si tú los educas correctamente no tienen por qué provocar ningún tipo de daño, ni ningún tipo de lesión a las personas, y menos a las personas que conviven con este animal”.
“La raza en concreto no determina la peligrosidad del animal, sí las características de esta raza”, indica el veterinario que especifica que “en este caso que parece que es un pitbull, la raza en sí del pitbull no son perros agresivos, no son perros que ataquen de manera habitual. Sí es verdad que es una raza pues como antes con el mastín, cualquier perro de determinado tamaño y con cierta potencia de mandíbula, perros que se dedican más a presa, perros de caza, por ejemplo, que no están acostumbrados a realizar esta presa pero tienen esa potencia de mandíbula, pues todas estas características, independientemente de que sea un pitbull, un stafford o un labrador o que sea un perro de cualquier otra raza, pastor razas más o menos habituales que podemos tener en convivencia con las personas y que cumplen más o menos las mismas características que puede tener un pitbull, un stafford u otra raza distinta”.
Según la Ley 50/1999, las características para considerar un perro potencialmente peligroso son:
EL COMPORTAMIENTO DEL ANIMAL ¿PUEDE DEFINIRLO COMO POTENCIALMENTE PELIGROSO?
Otra de las claves a analizar, además de la raza es el comportamiento del animal, si influye o no en su agresividad. Y de nuevo, el veterinario es tajante “no. De hecho yo he tratado mucho con estas razas y son animales que soportan el dolor de una manera extraordinaria, son animales súper dóciles y aquí yo creo que es un componente más de educación del perro concreto que por la raza”.
COMPROMISO DE LOS DUEÑOS, EDUCACIÓN DEL CAN Y CURSOS ESPECIALIZADOS
Defiende Blázquez que “dentro de estos animales, al igual que las persona, hay animales más equilibrados y menos equilibrados, o sea su cerebro, su mente trabaja de manera diferente en un caso que en otros. Igual que hay personas que son asesinas o asesinos en serie que no tienen su cabeza el mismo funcionamiento que las personas normales, pues en los perros también hay diferentes capacidades o diferentes visiones del mundo dependiendo de su propia percepción”.
Por eso, subraya el veterinario que “la educación es el 90% del comportamiento del animal, el cómo hayas educado a ese animal es determinante” explicando que “el perro es un animal de manada, un animal que interacciona con todos los seres humanos con los que tienen contacto y que él se integra en la manada y dentro de la manada hay una jerarquía , entonces tú tienes que saber que eres el que manda, el líder de la manada y el perro se sitúa en la posición correspondiente” si recibe la educación adecuada. Ahora bien, si no es así “el perro se convierte en líder de la manada y pueden aparecer comportamientos de este tipo, en el cual el perro considera que tú eres inferior a él y además se ve con fuerzas suficientes como para enfrentarse con la persona que sea porque tiene esa capacidad física de poderlo hacer”, señalando esto último como “la causa del conflicto” en este caso.
Aboga José Luis por la necesidad de que todos los dueños de todos los perros deberían realizar cursos para que puedan “tener herramientas para poder educar al animal y evitar este tipo de conductas, porque es bueno en todos los casos” porque como nos cuenta “he visto niños mordidos por yorkshire en brazos de su dueña, que aunque no es comparable a este caso, sí es un comportamiento anómalo en ese animal”.
¿QUÉ LE LLEVARÍA AL PITBULL A MATAR A SU DUEÑO?
Como decíamos al principio este es un caso insólito, el que un perro ataque a su propio dueño hasta causarle la muerte y así lo corrobora Blázquez, “es muy raro que ocurra esto, normalmente los perros y más en un ámbito domicilio en ámbito urbano no tienen ese comportamiento de ir a matar una persona, se pueden defender o pueden mostrar cierta agresividad por dominancia, pero no suelen llegar a estos extremos, es muy raro”.
Sin saber lo ocurrido Blázquez enumera algunas hipótesis de lo que pudo ocurrir. “A veces el perro interpreta los gritos o los aspavientos de una persona como una señal de excitación, sale su instinto de caza y lo que va es acabar con la presa, te ve como una presa y va a acabar con el riesgo de que sea presa le puede agredir a él. O en otras ocasiones, "puede que mentalmente no sea estable, hay algunos que la cabeza les funciona de manera diferente y tienen ese componente de agresividad o dominancia o de matar que es patológico que no es normal pero que te puede aparecer en un caso como este”.
En este caso, concreta que “es posible que el animal tenga un comportamiento anómalo o que su cabeza no funcione de manera normal y que el dueño no haya sido capaz de identificar o de controlar este tipo de comportamiento y el perro es el que dominaba, era el jefe de la manada, era el líder de la manada. Y a lo mejor incluso durmiendo hizo algún movimiento o algún ruido o algo que excitó el ataque, y de momento que comenzó el ataque, pues un perro normal para en cuanto ve que es alguien conocido o no está defendiendo su entorno, para el ataque; pero en este caso si su cabeza no funciona de manera normal pues va por un rumbo totalmente diferente al que cabe esperar”.
QUÉ HACER CUANDO DETECTEMOS UN COMPORTAMIENTO ANÓMALO DE NUESTRO PERRO
Por último, José Luis Blázquez nos da una serie de recomendaciones a tener en cuenta una vez detectemos en nuestro perro cualquier comportamiento anómalo o cosa extraña, “lo primero que tienes es el veterinario que es el que te ha estado llevando el perro desde cachorro y exponerle el caso al veterinario que te está tratando habitualmente el animal”. Y una vez el profesional “considera que no es algo relevante pues te puede dar algunas pautas para corregir este tipo de comportamiento”, ahora “si el tema es un poquito más grave se puede administrar algún tipo de tratamiento o hacer alguna exploración complementaria del animal para asegurar que el estado de salud es correcto y que no hay ninguna causa física que esté ocasionando ese comportamiento anómalo”.
Pero en “el caso de que esté todo correcto a nivel físico, de analíticas o de pruebas que se le hagan al animal, no se detecta ninguna causa física para eso, es ya un tema de comportamiento puro y es un tema que pude ser grave” señala Blázquez que recalca que “en ese caso habría que derivar tratarlo por especialistas en temas de comportamiento”.