Tres años de la ley de eutanasia sin mejoras en los cuidados paliativos

363 personas han muerto en los tres últimos años bajo el paraguas de la ley de la eutanasia, de una de las normas de las que el Ejecutivo de Pedro Sánchez saca pecho y que vende como 'un avance social'. Son la mitad de las que lo han pedido en todo este tiempo.

Entretanto los cuidados paliativos que reclaman la mayoría de los pacientes con enfermedades terminales apenas avanzan y si lo hacen, es la iniciativa privada o en empeño de los colegios profesionales y las sociedades científicas el impulso.

Se calcula que entre el 20 y el 25% de los pacientes que mueren cada año necesitan paliativos. 80.000 fallecen esperando. Si la Unión Europea calcula que serían necesarias dos unidades por cada 100.000 habitantes, en nuestro país apenas tenemos 0,6 por cada 100.000 habitantes. Además, no hay especialidades reconocidas. Los profesionales se forman por su cuenta sin reconocimiento oficial.

La casa por el tejado

“El grueso de los pacientes que llegan al final de la vida y que tienen una enfermedad irreversible que necesitan apoyo por parte de los equipos de cuidados paliativos, no tienen una ley nacional-explica Elia Martínez, presidenta de la Sociedad española de Cuidados Paliativos- y, sin embargo, el pequeño porcentaje de pacientes que, y no vamos a entrar en las razones, solicitan la eutanasia, sí tienen esta prestación”.

La doctora Martínez nos cuenta que “el sufrimiento es muy complejo y yo he aprendido a ser cada vez más prudente en juzgar lo que una personan desea, pero lo que nos dicen los datos es que, desde luego, es que hemos hecho algo que no iba en el orden correcto”.

En definitiva, hemos empezado la casa por el tejado, atendiendo la demanda de un porcentaje inferior al que reclama esos cuidados paliativos. Es más, según el INE, un 3% de los enfermos piden eutanasia, pero cuando reciben paliativos, el porcentaje baja al 1%. Los cuidados paliativos no solo alivian el dolor y mejoran el bienestar físico del enfermo, también atienden psicológica y espiritualmente al paciente y a la familia. Manuel Martinez-Seller presidente del colegio de médicos de Madrid nos cuenta que lo que tenemos que buscar es “que los pacientes con enfermedades avanzadas, los últimos meses de sus vidas, tengan una buena calidad de vida y a veces se están implementando estos cuidados en situaciones ya muy avanzadas, a veces parecen cuidados moribundos” y aunque están poco desarrollados en general “la situación es especialmente grave en situaciones no oncológicas, hemos centrado mucho los paliativos en el cáncer, que es necesario, pero hoy sabemos que hay más necesidades paliativas en otras patologías, por ejemplo en pacientes con enfermedades cardiovasculares, con más necesidades que en pacientes con cáncer”.

Ya han pasado tres años de la aprobación de esta ley “en contra de la recomendación del Comité Español de Bioética que de forma muy clara que la eutanasia y el suicidio asistido no son una forma de progreso, sino un retroceso de la civilización”, recuerda el doctor Martínez-Seller, porque el cuidado, la escucha, la atención espiritual para los más vulnerables y sus familias marca el grado de civilización de una sociedad. El desequilibrio en España, es evidente.