Turnos nocturnos y rotatorios, los más comprometedores para tu salud

Casi 4 millones de personas trabajan por turnos en España según el Instituto Nacional de Estadística, son 2 de cada 10 empleados. Una organización del trabajo muy regulada y que funciona mejor cuanto mayor sea el acuerdo entre el empleado y el trabajador porque impactan en la conciliación y en la salud de los asalariados y también en su rendimiento y su productividad. Los más comprometedores para la salud son, según los expertos consultados por COPE, los nocturnos y los rotatorios.

“Es mejor que el turno se establezca de forma bidireccional ¿por qué? Porque vamos a evitar absentismo laboral y las bajas laborales como consecuencia de posibles accidentes laborales y vamos a tener una plantilla mucho más motivada y efectiva en el trabajo. Se benefician tanto el empresario que logra mayor productividad y mayor compromiso con el trabajo como el empleado que gana en salud, motivación, calidad de vida y, sobre todo, en conciliación con el resto de su vida” explica en COPE el psicólogo laboral Tomás Santa Cecilia.

Asegura que la conciliación motiva 6 de cada 10 consultas de psicología en el ámbito profesional y que, aunque depende de las características de cada persona y de sus preferencias, los turnos más complicados son tanto los nocturnos como los rotatorios y “es preciso tener en cuenta que existen diferentes perfiles de empleados a la hora de asignar los horarios de trabajo”.

Y todo porque los problemas que puede conllevar un turno inadecuado para nuestra salud son considerables: "falta de sueño, falta de lívido, problemas hormonales, falta de concentración apatía y desidia” recuerda Santa Cecilia.

Suelen llevar peor los turnos, señala María Baigorri consultora especializada en Recursos Humanos “los trabajadores más jóvenes y también los más mayores precisamente por la severidad física que implica el tener que amoldarse a diferentes horarios incluidos los nocturnos”. Es algo en lo que coincide Santa Cecilia quien subraya que “a partir de los 50 años la adaptación se complica porque los tiempos de recuperación entre turno y turno son mucho mayores que en los trabajadores de 30 años”.

Además, y según Baigorri, el riesgo de complicación aumenta “cuanto más largo sea el turno hasta el cambio: no es lo mismo trabajar 3 semanas alternando mañana, tarde y noche y librando la cuarta semana que trabajar de lunes a viernes y tener el fin de semana para descansar”.

Considera que “producimos menos cuando no nos encontramos bien independientemente de si trabajamos por turnos o no. Si hay deficiencias en la organización y nuestra salud se ve perjudicada es lógico que baje nuestro rendimiento. Los turnos nocturnos son los más duros al igual que cualquier horario que te impida tener una vida familiar y social”.

El trabajo por turnos afecta a la memoria y a la capacidad cognitiva, según un estudio hecho con 50.000 adultos y publicado en agosto por la revista “Plos One”. Tras estudiar el impacto de los horarios en los asalariados Durdana Khan de la Universidad de York en Canadá y otros profesores concluyeron que mientras que el trabajo en el turno de noche se asocia con un deterioro de la función de la memoria; el trabajo en turnos rotatorios implica un deterioro de la función ejecutiva que es la que utilizamos para planificar u organizar además de para alcanzar metas y adaptarnos eficazmente al entorno.

Es algo que según demostraron afecta más a los trabajadores adultos de mediana edad y de edad avanzada y que tiene que ver con la alteración del ritmo circadiano, los que marcan en las personas la alternancia del sueño y la vigilia, muy ligados a los ciclos naturales de la luz solar además de alterar la expresión de las hormonas que los regulan, concretamente, el cortisol y la melatonina.

Otra investigación publicada en la revista científica Occupational & Environmental Medicine, que analizó los resultados de 18 estudios con 18.000 participantes comparando perfiles con horarios fijos de oficina con trabajadores en turnos rotatorios en el sector sanitario, también concluyó que trabajar por turnos impacta en las funciones neuronales con un impacto negativo muy importante sobre el control cognitivo y efectos más pequeños, pero también significativos sobre la vigilancia psicomotriz y la atención visual.

“Un trabajador cansado, con falta de sueño y con alteraciones en el sistema hormonal, desmotivado y con desequilibrios en su vida no rinde de la misma manera. Va a estar descentrado, le va a costar tomar decisiones y el tiempo de reacción ante un imprevisto va a ser mucho mayor con lo cual el riesgo de accidente es considerable” asegura Santa Cecilia.

Consecuencias

La fatiga crónica, el síndrome del Burnout, trastornos de ansiedad y depresión son algunas consecuencias junto con el estrés que está detrás de 3 de cada 10 bajas laborales en España.

Otros riesgos asociados al trabajo con horarios cambiantes o nocturnos son los trastornos gastrointestinales, reproductivos, inmunológicos y psicológicos además de una mayor propensión a sufrir problemas de adicción.

El cambio de horarios y el trabajo nocturno también puede generar alteraciones en la dinámica de pareja, familiar y social además de trastornos en la alimentación y el recurso a bebidas excitantes para el sistema nervioso como el café o el tabaco para hacer frente al cansancio que también tienen impacto en nuestra salud.

Hay sectores como la salud o la hostelería e industrias como la automovilística, logística y distribución y negocios que requieren de un trabajo continuo durante las 24 horas y los 7 días de la semana.

En ellos la planificación del trabajo implica el establecimiento de turnos. Para hacerlo de forma eficiente y con el menor impacto para la salud de los trabajadores los expertos recomiendan además de permitir al trabajador escoger sus preferencias horarias; considerar las características personales de cada empleado y digitalizar el sistema para facilitar la gestión y poder acceder a los horarios, modificar turnos o validar vacaciones.

En España 2 de cada 10 empleados tienen un trabajo a turnos. 7 de cada 10 puestos de tarde los ejercen mujeres que son minoritarias en los turnos de noche (32 por ciento) según datos del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSHT).

Solo el 12 por ciento de las empresas ofrecen programas de bienestar emocional a sus trabajadores. Cada día faltan al trabajo casi 1,3 millones de personas en nuestro país, el 77 por ciento por una baja médica. Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) muestran un aumento del 6,3 por ciento del absentismo por tercer trimestre consecutivo y superior a la media en la industria y los servicios.