Así es la comida que viene: alimentos producidos con tecnología
Bebidas funcionales entre las innovaciones más inmediatas

Carmen Labayen, redactora de Sociedad de COPE, cuenta en 'Mediodía COPE' cómo será la comida del futuro gracias a la tecnología
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Impresión 3D de alimentos, productos con propiedades mejoradas o nuevas bebidas con funcionalidades. Son 3 de las principales de tendencias de la alimentación del futuro que, según los expertos consultados por COPE, va a ser cada vez más personalizada.
La comida que viene incluye alimentos producidos con tecnología y en los laboratorios se trabaja tanto su sabor como que sean saludables y sostenibles.
Más que comestible, la innovación más inmediata, la que antes veremos en los supermercados, será bebible y nos ayudará a combatir el estrés o el insomnio. Según explica en COPE Sergio Fabregat, director de Food 4 Future Expo-Foodtech: "Lo que ya va a llegar son una nueva generación de bebidas funcionales, aguas funcionales pensadas para diferentes momentos del día y distintas etapas de la vida; aguas saborizadas, enriquecidas con nutrientes, bebidas de gel a base de agua o soluciones de hidratación en polvo. De esto ya se están haciendo lanzamientos y muy pronto estarán a la venta".
En busca de proteínas alternativas y complementarias
Los alimentos alternativos son el producto estrella de la industria foodtech que busca aplicar la tecnología y la biotecnología en toda la cadena alimentaria para crear productos, servicios y modelos de negocio innovadores y disruptivos que mejoren la seguridad, accesibilidad, eficiencia y sostenibilidad del sistema alimentario que hoy todavía sigue desperdiciando un 30 por ciento de todo lo que produce mientras que casi el 10 por ciento de la población pasa hambre.
A estos nuevos productos complementarios a los que actualmente consumimos se dedican la mayor parte de las empresas innovadoras del sector y, por su impacto potencial en la alimentación del futuro, copan asimismo buena parte de la inversión.
"Lo que está claro es que no vamos a poder seguir produciendo al ritmo actual y que, tanto por la situación geopolítica como climática como por la creciente necesidad de alimentos y a su menguante disponibilidad, tenemos que tener algunas opciones complementarias, que no sustitutivas, para relajar nuestros ecosistemas. Cualquier alimento necesita un proceso de transformación sobre todo si se quiere que sea sostenible", subraya Fabregat.
Carnes cultivadas y filetes vegetales
Que podamos comer carne sin sacrificar a un animal es algo en lo que trabajan más de 100 startups en todo el mundo centradas en el desarrollo de carne cultivada por medio de células de músculo de animales, de grasas y otras células que pueden ser de interés para nuestra alimentación. En Estados Unidos y en algunos puntos de Asia como Singapur se permite su comercialización de este tipo de productos que, de momento, está prohibida en la Unión Europea.
“Comer carne que no viene directamente de un animal puede asustar de entrada y, sin embargo, tiene ventajas medioambientales muy claras porque el cultivo de carne en reactores a partir de células de animales evita utilizar recursos naturales como el suelo, el agua y la alimentación del ganado y está dando lugar a productos que serían aptos para veganos tanto por ser sostenibles como porque no ha implicado ni el sufrimiento ni la muerte de ningún animal”, señala Miguel Herrero, investigador del Instituto de Alimentación en Ciencias de la Alimentación (CIAL-CSIC).
Se trabaja, por otro lado, tanto en alimentos de base vegetal como en mejorar las características de las plantas de las que nos alimentamos actuando sobre su genética: “hacer modificaciones en el ADN de la planta para activar genes de la propia planta para que produzca más cantidad de una determinada vitamina o de un compuesto determinado que puede tener un efecto positivo para la salud”, explica Herrero.
Aun en fase de I+D+i en laboratorio, la impresión en 3D de alimentos “la tecnología existe y se podrá implementar cuando el mercado esté listo para ello y baje un poco el precio. Permitirá también hacer productos que se parezcan a un filete, pero con otra textura adaptada, por ejemplo a personas con disfagia (dificultades para tragar). Para imprimir un alimento se utilizan preparados de proteína que luego la impresora va formando, pero no son técnicas que estén totalmente maduras aún”, añade este investigador del CIAL-CSIC.
Menús personalizados con IA y basados en la genética
Bien utilizada, la Inteligencia Artificial nos permite configurar menús o incluso racionalizar las compras y los procesos tanto en las casas como en la industria alimentaria. Cualquier usuario puede apoyarse ya en ella subraya en COPE Ángel Parada vicepresidente de la Real Academia de Gastronomía: "Tú puedes pedirle que te ayude a diseñar un plan de comida, te puede ayudar a optimizar los tiempos de preparación y hasta el carrito de la compra, con lo que supone de ahorro tanto de tiempo como de dinero".
Además de optimizar procesos y abaratar para hacer más accesible la comida, considera que lo que la tecnología puede aportar a la alimentación es adaptar la comida para personas con problemas digestivos o con enfermedades.
“La impresión en 3D de alimentos permitirá personalizar cualquier plato por textura y composición. Se pueden encontrar dietas basadas en ADN y la IA también ayuda a configurar una receta en función de nuestros gustos, de los alimentos de los que disponemos o de los que mejor nos sientan o más nos convienen en función de nuestros objetivos”, asegura Parada.
Considera muy interesantes las líneas de investigación para mejorar las propiedades de los alimentos, como por ejemplo el pan con probióticos o la posibilidad de incorporar medicamentos en arroces especiales que facilitan su absorción y que se pueden elaborar con las recetas clásicas.
Integrar la genética en la nutrición servirá para mejorar la prevención y el tratamiento de enfermedades, además de para personalizar dietas al detectar predisposiciones y riesgos metabólicos. El ideal es que cada persona según su genoma o su información genética tenga a su disposición la dieta que más le convenga, la que le brinde mejor salud y calidad de vida. Sin embargo y según reconoce Herrero "los avances en este campo no son todavía enormes porque es un tema complejo y son muchos los factores también ambientales y de estilo de vida que han de tenerse en cuenta".
¿Cuáles son los retos pendientes?
Además del visto bueno regulatorio como “nuevos alimentos”, los principales desafíos para que estos productos lleguen a los estantes de los supermercados son la reducción de coste que aún es alta, la bioseguridad, la posibilidad de producirlos a gran escala junto con la aceptación por parte de los consumidores. Según los expertos consultados por COPE deben además confirmarse tanto los beneficios medioambientales y sanitarios prometidos ya que no dejan de ser productos procesados.
A juicio de Herrero, “se está poniendo mucho el acento en lo sensorial, pero también debe tenerse en cuenta la calidad nutricional porque buena parte de los llamados nuevos productos no dejan de ser alimentos procesados”.
“Me da cierta tristeza pensar que vamos a simular alimentos con procesos tecnológicos”, admite Parada. Considera que, sin embargo, que, con suficiente inversión y un periodo de adaptación, son parte del futuro y que ya actualmente están ayudando a optimizar tanto los cultivos, como los transportes y la gestión de residuos.
Lo último en torno a la comida del futuro y al papel de la tecnología en nuestra alimentación se abordará entre los próximos 27 a 29 de marzo en la Spain Gastronomy Conference 2025 que organizan la Real Academia de Gastronomía de España y el Instituto Universitario CEU “Alimentación y Sociedad” y también en la Expo Food-Tech que tendrá lugar en Bilbao entre los próximos 13 y 15 de mayo y organizado por Food 4 Future.