¿Por qué cambian la hora automáticamente los dispositivos electrónicos?

Ponte en situación: la tarde previa al cambio de hora, piensas “tengo que cambiar la hora o mañana la lío y llego una hora antes/después a trabajar”, y se te olvidaba. Entonces te despertabas a deshora, pero no eras consciente. Lo eras en cuanto la cara del jefe te fulminaba si era una hora más tarde de la tuya o te quedabas sorprendido de ver que la oficina seguía cerrada. Y entonces pensabas “¿por qué no inventarán algo para que la hora cambie sola?”

Dicho deseo era una utopía, pero hace unos años se convirtió en realidad gracias a algo tan sencillo como el Network Time Protocol, un protocolo de red que sincroniza los relojes de sistemas informáticos. Como solemos hacer con los aparatos, la búsqueda de la comodidad (y de que hagan lo que a nosotros se nos olvida, no nos vamos a engañar) hizo que la gente adecuada se pusiera de acuerdo para dar lugar a este protocolo que sincroniza los relojes de sistemas informáticos a través de una red de datos con latencia (suma de retardos temporales) variable. Este sistema no es nuevo, se lleva utilizando desde antes de 1985, y constituye uno de los protocolos de Internet más antiguos que todavía siguen en uso.

Lógicamente, si ponemos la alarma, por ejemplo, a las 6.30 de la mañana y la hora cambia automáticamente, esa alarma sonará al día siguiente a esa hora teniendo en cuenta ese cambio horario.

Este protocolo se aplica automáticamente siempre y cuando nosotros le dejemos hacerlo, porque por supuesto se puede desactivar, aunque no lo recomendamos.