Recomiendan no tender la ropa al aire libre si eres alérgico por un efecto poco conocido: afecta a 14 millones de españoles

Con la llegada del buen tiempo, muchos se han decantado por volver a tender la ropa al aire libre, pero no es tan buena idea como pensamos

Ropa de bebé en el tendedero del jardín

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Ropa de bebé en el tendedero del jardín

Luis Calabor

Madrid - Publicado el - Actualizado

4 min lectura

Con la llegada del buen tiempo y de la primavera, muchas familias en España aprovechan para secar la ropa al aire libre. Es una práctica habitual que permite ahorrar electricidad y evitar el uso de secadoras, además de dejar la ropa con ese característico aroma fresco.

 Sin embargo, lo que parece una opción ecológica y eficiente puede convertirse en un problema de salud para millones de personas. En concreto, para los alérgicos.

El peligro oculto de tender la ropa fuera: el polen y el moho  

Según un estudio del Centro Nacional de Aspergilosos de Manchester, centro adscrito al Ministerio de Sanidad británico, publicado recientemente, secar la ropa al aire libre puede traer consigo una consecuencia inesperada: la acumulación de polen y esporas de moho en las prendas. Esto supone un problema grave para quienes sufren alergias o enfermedades respiratorias, ya que el contacto con estas partículas puede desencadenar estornudos, picor de ojos, dificultades respiratorias e incluso ataques de asma.

Hay 14 millones de alérgicos al polen en España

En España, alrededor de 14 millones de personas padecen alergias estacionales o problemas respiratorios, según datos recientes. Para ellas, llevar la ropa impregnada de polen al interior de casa supone una exposición continua a los alérgenos, aumentando el riesgo de sufrir síntomas molestos e incluso graves.

Con la llegada de la primavera, los niveles de polen en el aire alcanzan sus picos más altos. Los días soleados y con brisa favorecen la dispersión de estas partículas, que se adhieren fácilmente a la ropa tendida. Esta situación afecta especialmente a las personas con alergia al polen de gramíneas, olivos o cipreses, que son algunas de las especies más comunes en España.

La primavera, un reto para los alérgicos  

Pero el polen no es el único problema. En ambientes húmedos, la ropa que no se seca completamente puede favorecer la proliferación de esporas de moho, otro desencadenante habitual de problemas respiratorios. Esto es especialmente preocupante en regiones con una humedad elevada, como las zonas costeras.

Es habitual organizarse para tender la ropa de la mejor manera posible

Además, las esporas de moho pueden causar irritaciones en la piel y problemas en las vías respiratorias incluso en personas sin alergias previas. Un ambiente húmedo y cálido favorece su crecimiento, lo que convierte a la ropa mal secada en un foco de microorganismos perjudiciales.

Los especialistas en alergias y enfermedades respiratorias advierten sobre los riesgos de tender la ropa en exteriores durante la primavera y el verano. Según diversos estudios, la exposición al polen y al moho no solo afecta a las personas con alergias diagnosticadas, sino que también puede contribuir al desarrollo de nuevos casos de sensibilización en la población general.

Los médicos recomiendan extremar las precauciones en los días en los que los niveles de polen sean especialmente altos. Consultar los índices de polen en aplicaciones móviles o páginas web especializadas puede ser una herramienta útil para quienes buscan reducir su exposición a estos alérgenos.

Hay mapas específicos para ver la concentración de polen según donde vivamos

Hay mapas específicos para ver la concentración de polen según donde vivamos

LAS ALTERNATIVAS PARA TENDER LA ROPA

Para evitar estos inconvenientes, los expertos recomiendan varias alternativas al secado al aire libre:

  • Tender la ropa dentro de casa, en una habitación bien ventilada para evitar la acumulación de humedad.
  • Usar una secadora con programas especiales para evitar el desgaste de los tejidos y minimizar el consumo energético.
  • Instalar rejillas antialérgenos en las ventanas para reducir la entrada de polen en el hogar.
  • Utilizar deshumidificadores o ventiladores, que pueden acelerar el proceso de secado sin necesidad de exponer la ropa al aire libre.
  • Elegir las horas adecuadas para tender la ropa, como la mañana temprano o el atardecer, cuando los niveles de polen suelen ser más bajos.

Si bien secar la ropa al sol parece una opción inofensiva, la realidad es que puede tener un impacto significativo en la salud de millones de personas en España. Optar por métodos de secado más seguros no solo protege a quienes padecen alergias y enfermedades respiratorias, sino que también evita la acumulación de humedad y moho en el hogar. En plena temporada de alergias, pequeños cambios en nuestros hábitos pueden marcar una gran diferencia en nuestra calidad de vida.

Las autoridades sanitarias también insisten en la importancia de ventilar bien los espacios interiores cuando se seca la ropa en casa. Una correcta ventilación ayuda a reducir la humedad y previene la formación de moho en paredes y techos, lo que podría generar otros problemas de salud a largo plazo.

Así que, aunque el sol y las altas temperaturas inviten a colgar la colada al aire libre, es importante considerar sus efectos secundarios. Elegir la mejor opción según las condiciones climáticas y la situación personal de cada hogar puede ser clave para evitar problemas de salud innecesarios.

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