Álvaro Burdiel, firmeza y trazo en Torres de la Alameda

Abrió plaza un toro serio y cuajado de carnes de Guerrero y Carpintero al que fue haciendo poco a poco Daniel Crespo. El gaditano le fue sacando el buen fondo que tenía el astado para dejar varias series al natural de mando y expresión. Tras una estocada trasera y tendida en la que toro y torero perdieron pie, dio una vuelta al ruedo como premio al conjunto.

El cuarto de La Campana fue un animal manso y descastado que no quiso pelea y dejó a Crespo casi inédito.

En segundo lugar salió un animal de La Campana que pronto cantó su nobleza y clase. David Garzón firmó una faena de limpio trazo, sobre todo al natural, por donde dejó las mejores tandas. Amarró la oreja con la espada.

El quinto de Guerrero y Carpintero, dentro de su contado poder y raza, quiso seguir las telas. El ecuatoriano estuvo más intermitente esta vez con la muleta y la faena tuvo tono decreciente. Se atascó con el acero y escuchó dos avisos.

Álvaro Burdiel lidió como primero de su lote a un feo ejemplar de La Campana que tuvo nervio y genio defensivo. El joven diestro, que toreaba su segunda corrida como matador tras su alternativa el pasado año, se mostró firme y convincente. Lo poco que tuvo el toro se lo sacó Burdiel.

En sexto lugar saltó un precioso burraco de Guerrero y. Carpintero que tuvo tanta clase como falta de fuerzas por culpa de una voltereta de salida. Tuvo paciencia y pulso el sevillano, que levantó una faena siempre a más donde hubo muletazos con mucho sabor y empaque por ambos pitones. Pese al pinchazo previo a la estocada final, Burdiel paseó una oreja de mérito y peso.